En ese famoso lugar, al que hacéis referencia a los palos blancos, yo recuerdo que crecían unos grandes encinales, que desgraciadamente fueron cortados y ahora sólo queda un terreno desierto. Recuerdo como yo, en verano, llevaba a mi padre el almuerzo a la hera de los Zahurdones, mientras él trillaba el trigo.
Yo me marché de Ojuelos con trece años, y aunque he olvidado muchas cosas, todavía recuerdo pequeños detalles de aquella tierra, y conservo imágenes de amigos, famílias y paisajes que hacen que recuerde mi infancia con los juegos que compartíamos entre aquellas heras. Sobretodo el fútbol, al que jugaba con amigos como Galán, Kiko y su primo Félix, Lolo, Berete, Isalito...
También me acuerdo de los veranos que pasaba con Manolo y Antonio, nietos de la Piedad.
Un saludo y un abrazo enorme, Juan Rubio (hijo de Matías el del Cerro).
Yo me marché de Ojuelos con trece años, y aunque he olvidado muchas cosas, todavía recuerdo pequeños detalles de aquella tierra, y conservo imágenes de amigos, famílias y paisajes que hacen que recuerde mi infancia con los juegos que compartíamos entre aquellas heras. Sobretodo el fútbol, al que jugaba con amigos como Galán, Kiko y su primo Félix, Lolo, Berete, Isalito...
También me acuerdo de los veranos que pasaba con Manolo y Antonio, nietos de la Piedad.
Un saludo y un abrazo enorme, Juan Rubio (hijo de Matías el del Cerro).