Amada pastora mía, tus descuidos me maltratan, tus desdenes me fatigan, tus sin razones me matan, quien fuese ángel para poderte cuidar, pues yo soy tu amigo y solo te puedo besar, cuando te miro a los ojos se enciende un lucero y halla en el universo todos saben que te quiero como se quiere a una amiga, soñé que el fuego helaba, soñé que el hielo ardía, y como soñé un imposible, soñé que me querías, cuando leas estos versos acuérdate quien los escribió, alguien que te quiere mucho desde que te conoció..... Un abrazo.