Me lo pusieron porque parece ser que durante esos años, no completos, acertaba cuando iba a llover, e incluso los ganaderos y trabajadores del campos que tenían la ocasión de hablar con migo al salir al mismo por las mañanas, se fiaban de si yo les decía que se llevaran la prenda para cubrirse de la lluvia o no hacía falta que la tomaran. De ahí la historia por mí contada en estas páginas de la famosa BORREGA, que si no la ha leído, le invito a que lo haga.
Le agradezco su intervención. Un saludo
Germán.
Le agradezco su intervención. Un saludo
Germán.