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PICONCILLO: Rafa: Soy Germán. ¿Entonces contamos con tigo entre...

Rafa: Soy Germán. ¿Entonces contamos con tigo entre los amigos de los relatos? Bueno pues sigo con el de los cencerros: Algunos pastores de Piconcillo de aquella época le inferían una técnica especial a los cencerros para que sonaran de una manera especial. Esa técnica ellos le llamaban golpear el cencerro. Para lo cual utilizaban lo que le llamaban la aguja (especie de puntero de hierro utilizado en la clava de estacas del corral para guardar el ganado) y con un martillo le hacían en la parte inferior interna del cencerro y en todo su perímetro, un surco o canalón que, además de quedar bonito, hacía que el cencerro sonara diferente. Pues bien, en Piconcillo había un pastor muy profesional que se llamaba López, y ese señor tenía tal técnica que cuando los pastores muy avezados oían a lo lejos un cencerro, sabían si lo había golpeado ese tal López, o no. ¡Qué cosas, qué cosas!
JASR. Seguro que tu tío Jesús sabe de quien estoy hablando, porque él en esos tiempos estaba estaba en Piconcillo en la finca de sus padres que lindaba con la de tus abuelos (Los Mártires) Bueno, os dejo hasta Septiembre si Dios quiere. Un saludo a todos los amigos de los retos de Germán.