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Como esta fotografía también me gusta mucho, por sus flores, por lo que significa una casa, porque no tiene comentario y porque una fotografía de Piconcillo no quiero yo que esté sin su comentario, os dedico un cariñosísimo relato surgido en Piconcillo cuando mi hermana que E.de. Y yo teníamos 10 y 6 años respectivamente.
En esa calle próxima al campo de fútbol cuyo nombre nunca supe, vivía una Señora, yo la veía mayor, no grande de estatura pero si muy grande de alma y mejores sentimientos que se llamaba IRENE. Conocida de mis padres, y que cuando mi madres nos llevaba de visita a su casa, cada vez que íbamos nos dada una cosilla de comer. Recuerdo mucho que nos daba un POQUITO DE PAN Y UN PERO (manzana). Para nosotros eso era todo un manjar, fijaros lo que significaría eso para mí, que en los 56 años que han pasado de aquello, seguro que lo recuerdo gratamente mas de una vez por año, ¡Seguro!.
Mi hermana y yo la llamábamos cariñosamente como LA MUJER DEL PAN Y EL PERO. ¡Qué cosas, qué cosas. Hoy es el último día que me he emocionado al recordarlo. ¡IRENE se lo merece!.
Os quiero a todos, hasta Septiembre. GERMAN.
En esa calle próxima al campo de fútbol cuyo nombre nunca supe, vivía una Señora, yo la veía mayor, no grande de estatura pero si muy grande de alma y mejores sentimientos que se llamaba IRENE. Conocida de mis padres, y que cuando mi madres nos llevaba de visita a su casa, cada vez que íbamos nos dada una cosilla de comer. Recuerdo mucho que nos daba un POQUITO DE PAN Y UN PERO (manzana). Para nosotros eso era todo un manjar, fijaros lo que significaría eso para mí, que en los 56 años que han pasado de aquello, seguro que lo recuerdo gratamente mas de una vez por año, ¡Seguro!.
Mi hermana y yo la llamábamos cariñosamente como LA MUJER DEL PAN Y EL PERO. ¡Qué cosas, qué cosas. Hoy es el último día que me he emocionado al recordarlo. ¡IRENE se lo merece!.
Os quiero a todos, hasta Septiembre. GERMAN.