Esto, vá tomando yá, tintes de culebrón venezolano. Creo que me he "pasao".
Pero no me importa. Como bien dices, las cosas del corazón se quedan ahí.
Exteriorizarlas o compartirlas, es cosa de cada uno. Y hablar de lo bueno y lo malo, de los viejos tiempos, es normal.
Amiga del alma, si por casualidad lees esto, deja que fluyan tus recuerdos hasta donde quieras tú. Y que los años y los meses, los días y las horas,
Retrocedan y te muestren por un momento la mágia de aquel tiempo. Jesús Ramón.