El suceso que marcó la frente de la imagen tuvo lugar el 23 de septiembre de 1937, cuando hubo un intento de destruir a la
Virgen de Veredas, como sucediera con el resto de imágenes de la localidad. La imagen recibió un tiro en la frente, cuya bala permanece en el interior de la cabeza, según puede verse en la radiografía, y otra bala provocó un roce en el cuello de la imagen.
Salvo excepciones, en las que la Virgen de Veredas ha acudido a la localidad de
Torrecampo, la imagen permanece continuamente en su
santuario, a 7 km de la villa.