Córdoba es la
flor, la luz, la
sombra, la penumbra y el misterio; el paraíso del
color, del aroma, del día y de la
noche; el abrazo al visitante, la acogida amable, la escucha sincera, la conversación agradable y la
amistad espontánea; el
paseo sin rumbo, el reencuentro entre el pasado y el presente, la observación oportuna y el pensamiento profundo; el susurro del
Río Grande, el abrazo de sus orillas, nuestras vidas como cangilones del
molino-
noria de la Albolafia y los guiños de los ojos del
puente ... (ver texto completo)