A la que venía, de recoger los huevos de patos, de la granja de su abuela.
Jaimito decidió ponerse a venderlos en la puerta de la Iglesia.
Y comienza a gritar:
- ¡Huevos, vendo huevos de patas muy baratos!
El cura, al escucharlo, sale escandalizado y grita:
- ¿Pero qué es esto? ¡Sacad al niño de los huevos!
Y Jaimito, asustado le responde:
¡Pero padre! ¿No podría ser de las orejas? Muy buenas tardes.
Buen principio de semana para todos.
Abrazos. ** Si quieres que yo te quiera,
ha de ser con condición
que lo tuyo ha de ser mio
y lo mio tuyo no. ** - Jaimito, dime rápidamente cuánto es cinco más ocho.
- Veintitrés, contestá con seguridad.
- ¡Pero que niño más ignorante!
¿Cómo es posible que no sepas que da trece?
- Bueno, usted me pidió rapidez, no precisión. El padre de Jaimito con su hermano en brazos le dice:
-Mira hijo, hablé con la cigüeña, para que te trajera un hermanito.
-No me j..... das, papá, con todas las mujeres que hay y tuvistes que "tirarte" a la cigüeña.