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Soy Angel Vigara Aranda, hijo de Angel Vigara Agudo y Brigida Aranda Aranda, nieto de Acisclo Aranda Barbero, Magdalena Aranda Gallardo y Angel Vigara Conde y Heroina Agudo Horrillo. Salvo mi abuelo paterno, los otros 3 abuelos son naturales de Valsequillo y están enterrados en el cementerio del pueblo, al igual que mi padre que falleció el 29-12-05 en Barcelona y por expreso deseo de él lo incineramos y llevamos sus cenizas este verano del 2006 al pueblo y también está depositada su urna en un nicho del cementerio.
Quiero agradecer desde estas líneas las frases de halago a la personalidad de mi padre y las muestras de pésame de todas las personas con las que hablé en Valsequillo y/o fueron a la ceremonia religiosa que se hizo en su memoria.
Si bien nací en Valladolid en 1958 porque mi padre estuvo un tiempo trabajando allí, el primer colegio al que fuí y aprendí a leer y escribir fue en el colegio público de Valsequillo de 1962 a 1964, con un paréntesis de un año que estuve en Amsterdam, para volver al pueblo unos meses y en 1966 venir mis padres a L'Hospitalet de LLobregat (Barcelona)
Siempre hemos mantenido el contacto con el pueblo, donde mi madre tiene una casa y todavía conserva las fincas rústicas que heredó de mi abuelo Acisclo.
El hecho de que nuestros padres tuvieran que emigrar o mejor dicho trasladarse a otras localidades de España, no ha de menoscabar la estima por la tierra que nos vio nacer o criarnos, pues la culpa si se puede utilizar esa palabra no es de la tierra si no de las personas que en un momento dado no hemos sabido crear la riqueza, sea agrícola, industrial o de servicios que posibilitase el vivir y desarrollo de sus hijos, pues potencialidad en todas partes existe, falta la inteligencia o espíritu emprendedor para aflorar esa riqueza.
Saludos afectuosos a todos los que puedan leer estas líneas.
Quiero agradecer desde estas líneas las frases de halago a la personalidad de mi padre y las muestras de pésame de todas las personas con las que hablé en Valsequillo y/o fueron a la ceremonia religiosa que se hizo en su memoria.
Si bien nací en Valladolid en 1958 porque mi padre estuvo un tiempo trabajando allí, el primer colegio al que fuí y aprendí a leer y escribir fue en el colegio público de Valsequillo de 1962 a 1964, con un paréntesis de un año que estuve en Amsterdam, para volver al pueblo unos meses y en 1966 venir mis padres a L'Hospitalet de LLobregat (Barcelona)
Siempre hemos mantenido el contacto con el pueblo, donde mi madre tiene una casa y todavía conserva las fincas rústicas que heredó de mi abuelo Acisclo.
El hecho de que nuestros padres tuvieran que emigrar o mejor dicho trasladarse a otras localidades de España, no ha de menoscabar la estima por la tierra que nos vio nacer o criarnos, pues la culpa si se puede utilizar esa palabra no es de la tierra si no de las personas que en un momento dado no hemos sabido crear la riqueza, sea agrícola, industrial o de servicios que posibilitase el vivir y desarrollo de sus hijos, pues potencialidad en todas partes existe, falta la inteligencia o espíritu emprendedor para aflorar esa riqueza.
Saludos afectuosos a todos los que puedan leer estas líneas.