Hola, acabo de llegar de pasar unos días en Valsequillo. He estado allí como en mis mejores tiempos de chaval. He tenido el placer de saludar a personas que hacía tiempo no veía y también he compartido varias tertulias musicales con Pablo, una excelente persona, como lo es también su esposa Dulce, ambos dos tienen mi afecto y gratitud para siempre.