Amigo TOLOTE; tú parece ser que sabes mucho sobre mi vida. Pero la verdad, ¡yo no sé nada sobre ti
Ya lo creo que me traen buenos recuerdos mira:
El cine PROGRESO, (cerca del antiguo Cuartel de la Guardia Civil, ahora Apartamentos) se encontraba en una calle, casi paralela a la calle de Portugal. Este cine se fundo con tres socios: Mi padre, mi pariente Manuel el del "Casino" y Fernando "El Madrileño" que tenía una tienda en la Calle mesones. (Esto que te estoy contando posiblemente lo puedas conocer tú), pero lo hago para otros que desconozcan esta historia real.
Había dos salas de cine, una de verano y otra de invierno. Recuerdo esas noches calurosas del verano y antes de comenzar la función de cine, se regaba el suelo (de tierra) con el agua de un pozo que había al entrar a mano izquierda, y antes de poner las sillas. Aun recuerdo ese olor a tierra mojada y confundido con el olor de las flores que había en las paredes de los laterales. Lo peor era cuando había Luna llena que daba de lleno en la Pantalla y no se veía las imágenes muy bien, pues esta sala estaba al descubierto.
Esta máquina que aparece en la foto es muy parecida a la que por aquellos años teníamos en el pueblo.
Si observas la foto, en la parte superior hay un tambor donde se metía una bobina con parte de la película, la cual era arrastrada por medio de unos rodillos dentados a otra bobina que se colocaba en el tambor de abajo.
En el interior de la máquina (parte central y donde aparece El buen amigo Antonio Lombardo) había un espejo cóncavo que proyectaba una luz muy fuerte al objetivo y este al mismo tiempo enviaba la imagen a la pantalla.
Esta luz se producía, por el chispazo de dos carbones (pizarrines) uno (+) y otro (-) y se tenían que aproximar manualmente y tener siempre mucho cuidado de mantenerlos a la misma distancia, ya que de no hacerlo así, se perdía intensidad de luz y no se veían bien las imágenes.
Posteriormente se instaló un sistema automático que conforme estos "pizarrines" (+) y (-) se consumían, ellos solos se aproximaban.
Al final se puso una lampara Fotovoltaica de gran potencia y de esta manera no tenías que estar pendiente de ellos.
En uno de estos rodillos de arrastre había una célula fotoeléctrica, que captaba el sonido de la película, (impreso en el celuloide) lo transmitía a un amplificador y este lo enviaba a los altavoces instalados en la sala.
Se solía hacer un descanso a mitad de la película para que los asistentes pudieran tomar una cerveza o refrescos (pagandolo) en el bar que lo regentaba mi tío Florencio padre de mis primos: Florencio, Rafael y Luís.
De momento, parece ser que la memoria no me falla.
Te deseo un feliz comienzo de semana un abrazo.
Ya lo creo que me traen buenos recuerdos mira:
El cine PROGRESO, (cerca del antiguo Cuartel de la Guardia Civil, ahora Apartamentos) se encontraba en una calle, casi paralela a la calle de Portugal. Este cine se fundo con tres socios: Mi padre, mi pariente Manuel el del "Casino" y Fernando "El Madrileño" que tenía una tienda en la Calle mesones. (Esto que te estoy contando posiblemente lo puedas conocer tú), pero lo hago para otros que desconozcan esta historia real.
Había dos salas de cine, una de verano y otra de invierno. Recuerdo esas noches calurosas del verano y antes de comenzar la función de cine, se regaba el suelo (de tierra) con el agua de un pozo que había al entrar a mano izquierda, y antes de poner las sillas. Aun recuerdo ese olor a tierra mojada y confundido con el olor de las flores que había en las paredes de los laterales. Lo peor era cuando había Luna llena que daba de lleno en la Pantalla y no se veía las imágenes muy bien, pues esta sala estaba al descubierto.
Esta máquina que aparece en la foto es muy parecida a la que por aquellos años teníamos en el pueblo.
Si observas la foto, en la parte superior hay un tambor donde se metía una bobina con parte de la película, la cual era arrastrada por medio de unos rodillos dentados a otra bobina que se colocaba en el tambor de abajo.
En el interior de la máquina (parte central y donde aparece El buen amigo Antonio Lombardo) había un espejo cóncavo que proyectaba una luz muy fuerte al objetivo y este al mismo tiempo enviaba la imagen a la pantalla.
Esta luz se producía, por el chispazo de dos carbones (pizarrines) uno (+) y otro (-) y se tenían que aproximar manualmente y tener siempre mucho cuidado de mantenerlos a la misma distancia, ya que de no hacerlo así, se perdía intensidad de luz y no se veían bien las imágenes.
Posteriormente se instaló un sistema automático que conforme estos "pizarrines" (+) y (-) se consumían, ellos solos se aproximaban.
Al final se puso una lampara Fotovoltaica de gran potencia y de esta manera no tenías que estar pendiente de ellos.
En uno de estos rodillos de arrastre había una célula fotoeléctrica, que captaba el sonido de la película, (impreso en el celuloide) lo transmitía a un amplificador y este lo enviaba a los altavoces instalados en la sala.
Se solía hacer un descanso a mitad de la película para que los asistentes pudieran tomar una cerveza o refrescos (pagandolo) en el bar que lo regentaba mi tío Florencio padre de mis primos: Florencio, Rafael y Luís.
De momento, parece ser que la memoria no me falla.
Te deseo un feliz comienzo de semana un abrazo.