A 30 km de Granada, Ácula se rodea de las llanuras del Temple. Perfecta situación para desconectar de la ciudad y pasear por sus silenciosas calles, momento perfecto para respirar aire puro y poder "escuchar el silencio".

Está compuesto por Ácula y Ventas de Huelma

Las Fiestas Populares dedicadas a los patrones Nuestra Señora del Rosario y San José se celebraban en la antigüedad en el mes de Septiembre, días 3,4 y 5. Pero esta fecha se vió modificada debido a varias razones. En la actualidad, las Fiestas de Ácula se celebran en el mes de Agosto, el penúltimo fin de semana. Aunque durante el año el pueblo no cuenta con gran afluencia de visitantes, durante las Fiestas (y su correspondiente semana cultural), la población se ve multiplicada gracias a las actividades que se desarrollan. En las Fiestas de Ácula se mezclan actividades orientadas para todas las edades, desde juegos infantiles hasta partidos de fútbol (tradicional Solteros VS Casados), sin faltar la tradicional Verbena que ameniza las noches de los fines de semana. Tampoco falta el emotivo homenaje a los mayores del pueblo en la cena de "la paguilla".
Las Fiestas de Ácula es un momento de reunión de antiguos amigos que, por diversas razones, no se pueden ver durante el año y que aprovechan estos días de celebración para recordar viejos tiempos y pasarlo bien con unas "copillas" y la singular música de las tradicionales verbenas.

Una de las costumbres más populares de Ácula es ir a los "cerros" el último fin de semana de Enero. Allí se transladan familias enteras, donde pasan un día de campo y recogen la "atocha", junto con algo de esparto, para poder hacer con ello los "manchos" (en los pueblos cercanos llamados "hachos" o "menchos"). Si bien es verdad que esta tradición se está perdiendo en los últimos años, aún son muchas las familias que se niegan a perder esta tradición y se preparan para pasar un día de campo.

Una semana despúes (el primer fin de semana de Frebrero) se celebra la candelaria. Se hace una gran hogera en el pueblo y la gente quema sus manchos mientras algunas personas tararean algunas canciones típicas del evento, tales como "Plora, Plora, que la niña llora. Pues dale teta, con el cañón de la escopeta..." u otras "coplillas" "Venticinco alfileres y una panocha no valen las mocitas que van por tocha". Una tradición que se ve reforzada por la labor de los mayordomos que unen al pueblo alrededor de la ya tradicional barra, gracias a la cual se recauda dinero para las Fiestas Patronales de Agosto.

En torno a 1919, una avioneta francesa hizo un aterrizaje de emergencia en las inmediaciones del pueblo debido a problemas técnicos, lo que provocó gran expectación entre sus habitantes, que acudieron rápidamente al lugar. Tal fue la singularidad de este suceso que en el pueblo se inventó una coplilla para el carnaval. Dice así:

"Recordaréis que fue en Septiembre

cuando a lo lejos vimos caer

en el llano de las mojoneras

un aereoplano francés.

Unos en coche, unos en bestias

otros en carro y otros a pie

se pusieron los caminos

que daba gusto de ver.