Escucha tú también mi pobre acento,
tú que me acompañaste en mi tormento,
oye, señora, mi doliente voz;
desde la triste fecha de aquel día
he padecido tanto, amiga mía,
que de sentir me duele el corazón.
tú que me acompañaste en mi tormento,
oye, señora, mi doliente voz;
desde la triste fecha de aquel día
he padecido tanto, amiga mía,
que de sentir me duele el corazón.
¿Lo recuerdas...? ayer... allá en su lecho
sostenido su cuerpo con mi pecho
tú enjugabas el llanto de los dos;
un instante después mi padre amado,
me dijo, balbuceando: Hijo adorado
cuida de mi familia... y expiró.
epifanio.
sostenido su cuerpo con mi pecho
tú enjugabas el llanto de los dos;
un instante después mi padre amado,
me dijo, balbuceando: Hijo adorado
cuida de mi familia... y expiró.
epifanio.