Marianico, muchas felicides y próspero año nuevo. He estado en el pueblo recogiendo las aceitunas, esperaba poder contastar contigo para seguir tu sabio consejo, pero se ve que te lo has olido y no has querido dar señales de vida y por otra parte que conste que tanto a Lola como a mí tus chascarrillos nos hacen reir, no lo dejes que es un gran orgullo poder arrancar una sonrisa a los demás.