ALAMEDILLA: antonio hijo que memoria deves tener para acer tanta...

jaja asta los borrachos les aces poesias
bueno tienes razon las tejas estan bastante chascadas
y no creo que tengan reparacion
saludos

JOSEFINA, las tejas las tenemos todos, si no chascadas del todo, pero con muchas goteras. Lo peor, es que no se pueden poner, tejas nuevas y tendremos que aguantarnos con las filtraciones. Un abrazo y os dejo estas letrillas.

LA MOLINERA Y EL MOLINO

El molinero esperando
Que lleguen cargas de grano
El viento ya está soplando
Por la mañana temprano

Tiene el molino en lo alto
Buena piedra de solera
Y no se le queda atrás
La que va de volandera

La mujer cierne la harina
Con un viejo cernedor
Separando los afrechos
Sacando la que es la flor

Va llenando los costales
Tejidos con telas viejas
Algunos con lana gruesa
Y de farotas ovejas

Con agujas de maderas
Se van cosiendo sus bocas
Después de estar el saco lleno
Y blancas sus negras botas

El maquillaje que lleva
La molinera en su cara
Compite con la flor blanca
Que adornan las verdes jaras

No hay tiempo de descansar
Si la marea va llegando
Y el madero de gobierno
Con las astas esperando

Suenan cencerros y esquilas
A lo lejos del camino
Son burros y mulos cansados
Con su carga y su destino

El saludo de rigor
Descargar y a la molienda
Cargar, volver a su destino
Que llegan las reprimendas

Si el viento quiere pararse
Da tiempo para charlar
Todo no va ser trabajo
También se tiene que hablar

Los ojos son dos luceros
Dentro de una blanca cara
La molinera los mueve
Lleva en sus manos una vara

Con un cuchillo mellado
Que le molinero afiló
Va quitando la corteza
A la vara que le dio

Sirve de pincho y apoyo
Para hacer buenas tostadas
El facho de jaras verdes
Como verde su mirada

Tierna como el pan de trigo
La sonrisa de la moza
Dulces como miel de abeja
Los labios, flor de una rosa

Ni la piedra de solera
Ni la muela o volandera
Paran el amor que siente
La molinera en su era
A. E. I.

antonio hijo que memoria deves tener para acer tanta cosa bonita
yono me acuerdo ni de donde e pueto las tijeras ja ja
saludos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
JOSEFINA, eso nos pasa a más de uno. Yo pongo la mesa y se me olvida poner hasta los tenedores. Pero todo tiene solución: un nuevo viaje, y ya está.
Un abrazo y os dejo estas letrillas.

EL CINCHO DE PAPÁ

Era un día de viernes,
Lo sé, tenía vacaciones;
Podía salir por la tarde,
Sin recordar las lecciones.

Yo salí con mi hermano pequeño,
Me junté con algunos amigos,
Con la niña de ojos azules;
Que tan bien yo ligo.

Poco a poco siguieron llegando;
Muchos más chavales.
Al final formamos un gran grupo,
Todos los zagales.

Sin que nadie pudiera advertirlo;
La llevé al portal.
Y aunque puso cara de sargenta,
Asedio al final.

No quería las barrabasadas;
Que yo le propuse.
Le fui dando besitos despacio,
Y apagué las luces.

No recuerdo como pasó el tiempo;
Que fue una gozada.
Aunque ella lloraba y gemía;
Muy avergonzada.

Ni siquiera me pude dar cuenta;
Que llegó mi Madre.
Solo sé, de mi oreja dolida;
Lo diría a mi Padre.

Caminito de mi casa; andando.
Dio su conferencia.
Ni recuerdo lo que me decía;
Solo “sinvergüenza”

Agarró el cincho mi Padre;
Esquive el primero.
Y lo mismo le hice al segundo.
“Acertó al tercero”

A mis gritos de auxilio llegó;
Mi hermano pequeño.
¿Qué ha pasado mama? Pregunto;
¡Yo ya tengo sueño!

Siéntate que te pongo a comer;
Y en seguida te acuesto.
Pero antes le voy a contar;
A tu hermano, un cuento.

Yo no entiendo Mama, lo que pasa;
Solo escuche gritos.
Lo que pasa mi niño; tu hermano,
Se ha hecho un hombrecito.

Y ha plantado la era, ya ves;
Donde no debía.
Que la niña de sus gamberradas;
No es vecina mía.

Que su madre vive en un chalet;
De mucho dinero.
Si se entera su padre; ¡Dios mío!
Nos cortan el cuero.

Suplicando le pedí perdón;
Pero no hubo suerte.
Con el cincho apretado en la mano;
Me largó más fuerte.

Sin comer ni un bocado siquiera;
Me marché a la cama.
Boca abajo tuve que dormir;
Con muy mala gana.

Castigado, creo que me llevé;
El verano entero.
Solo a misa me dejaron ir;
Sin llevar dinero.

La pandilla que me preguntaba;
¿Qué es lo que ha pasado?
Le decía, con voz entre cortada;
Estoy constipado.

Ella estaba sentada en un banco;
Con vestido rosa.
Con su padre, su madre y hermana;
Tan guapa y hermosa.

Y girándome muy poquito a poco;
Sacando el pescuezo.
Sin que nadie pudiera notarlo;
Yo le tiré un beso.
A. E. I. ... (ver texto completo)