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ALBOLOTE: Ruego disculpen los numerosos erores ortograficos....

Ahora que Maribel Brenes presentó el libro Memória Historica de Albolote 1931-1950, donde se dice- no he podido conseguir un ejemplar- que menciona entre otros temas el canal de Albolote, tras una investigación de dos años, me apunto a decir que escribir la Historia de dicha obra hidraulica, con todos sus antecedentes, me ha costado a mi, cinco años, la demanda de muchos favores, y mucho gasto en documentación de Archivos muy diferentes.

Comenzando en 1505, presento la transcripción parcial de cuatro actas - la última de las cuales firmada en Lugos, en 1517- sobre la reclamación de la acequia del Bermejo, a la sazón, en manos de beneficiados, que no la ponian en uso, razón por la que la reina Juana, les impele a hacerlo so pena de quitarsela y darsela a los labradores, que siendo d3 origen visigodo, necesitaron traductor para escribir las reclamaciones.
Distintas referencias a pleitos por el agua con los monjes de la Cartuja, por esa misma acequia hasta 1744 cuando el consistorio mencionó en un acta la necesidad de traer agua desde Deifontes. Esto se materializó en 1749, comenzandose la conducción en 1750. Se trabajó en la obra abriendo la acequia desde la presa vieja de Dayfontes, situada a 366 varas por debajo de los nacimientos. Presa edificada por la Abadía del Sacromonte en 1683, y que diferentes expertos dataron como “Romana”, erróneamente.
Mientras se excavó la acequia, costeando las laderas y entrando en todos los barrancos de la ruta pequeños y grandes- como el río blanco y los dos siguientes, se edificaron puentes acueductos,- con excepción de uno, hasta la ladera del río Bermejo frente al cortijo del moral. (En dicha zona permanecen tres, muy altos de nivel, y en los anteriores, salvo el arroyo del Arco, no queda nada.
Se pararon las obras en distintas ocasiones hasta que en 1756, fue negado un nuevo credito a Manuel de Argumosa, y quedó paralizada. El agua había cortido en periodo de prueba, hasta un pequeño tunel de cincuenta metros, desnivelado, y que ocasionó un desprendimiento en la ladera hacia el Cubillas, quyas señales pueden verse desde la A44, por encima del Cahiz y antes de Arenales.
En 1782, el brigadier Escofet, envió a Deifontes a medir las aguas del Nacimiento al teniente coronel del Real cuerpo de Ingenieros de Carlos III, Don Juan Bautista de Homar. (Huesca) y al siguiente al mismo junto con el coronel Fernando de Ulloa, que d3bía revisar el estado de la presa y acequia, con la finalidad de llevar las aguas a Albolote, Atarfe, Maracena y Granada.
Replanteó todo el proyecto, con buén conocimiento y tecnica, tachando de chapuza la mayoría de lo hecho, encontrando gravísimos errores de nivel, que obligaba a hacer nueva la acequia y desaprovechar los acueductos sobre los barrancos, muy elevados de nivel. (a cota 700, o sea a la misma altura que la toma del agua en Deifontes. (Esos puentes también fueron datados como de épica imperial por varios arqueólogos, aunqu conocemos el nombre de los constructores)
El presupuesto d3 tal proyecto sobrepasaria el millon de reales, y cuando el coronel entregó el informe en Gibraltar, en Julio de 1873’, nunca mas se supo.
Cinco años mas tarde, Albolote reclamó una nueva presa en el río Bermejo y mejoras en la scequia, para terminar con los pleitos y la escasez de agua. El Estado respondió con un contraproyecto que al parecer se llevó a cabo, aunque los conflictos, iguieron hadta bién entrado el siglo XX, debido a que el río Bermejo es de invierno y no dispinía en realidad del caudal necesario.
En los años 1820 y 1821, El consistorio consultó a los Ingenieros Eusebio Page y Pedro Antonio de Mesa, a ver si se pidia continuar la obra interrumpida en 1756. Ambos desecharon presa y ruta.
En1869, El consistorio obtuvo el permiso de la Diputación de Granada, que era competente para ello, dando la contrata a José María Castillejo y Moñino, que probablemente aprovecho las ideas de Page y de Mesa para su proyecto. Entre 1870 y 1874 fue edificada la presa nueva, de donde toma parte del agua el mencionado canal. Se reexcavaron los primeros cuatro kilometros del antiguo canal hasta llegar frente al barranco. del Hambriento donde se perforó el primer tunel y mas largo (2033 metros) que precisó 6 luminarias en su trayecto. Los labradores de la vega baja se revolucionaron creyendo en justicia que si se detraía un metro cubico de agua en la cabecera, ellos no regarían en verano. De manera que a pesar de que el de Floridablanca fundó una Compañía Constructora y Explotadora del Canal de Albolote, para recabar inversores, la ruina fue total. Se abandonaron las obras en 1890, y en el año 1900, se le retiró definitivamente la concesión por ser irregular. Las aguas de los ríos son públicas y no se administran pir las diputaciones.
Aunque una parte inportante de la infraestrura y túneles estaban abiertos, (en total son diez hasta el Chaparral y quedaron abiertos- que no acabados unos seis o siete). Albolote nunca dejo de reivindicar la terminación pero fue en 1932/33, vuando el Estado fue dejando caer algo de dinero para paliar el endémico paro de Albolote, y acallar protestas. No obstante se avanzo a trncas y barrancas en el tramo primero, no sin antes haber llegado a la solucion de hacer el pantano del Cubillas para que no faltase agua en la vega. Pir las peculiares condiciones politicas, no se permitió licitación, debiendo asumir directamente la administración el tema de la dir3cvion de la obra, que se reformo en 1934 y 1936. En dicho año se terminó el dinero el 12 de Mayo, y la pisterior guerra, no permitio continuar.
En 1939, se revisaron daños de guerra y se a cometio la terminación del trozo primero, Deifontes El Chaparral, entregandose las obras terminadas en diciembre de 1942. Después se terminó el trozo segundo hasta Granada, y en 1955 se entregó a la comunidad d3e regantes, para que a su costa, hicieran la distribución. Atarfe se riega finalmente pir el canal del pantano y no por el de Albolote.
Como curiosidad, tanto el proyecto de 1750, como el de 1870, convergen en el mismo punto cercano al Chaparral por debajo de la carretera de Jaén., si bien el coronel Fernando de Ulloa, lo llevo “ a la pared de la graja de la Cartuxa”.
El 21 de Enero de 1936; un hundimiento en la luminaria cercana al barranco de Arenales, atrapó a dos obreros a 40 metros de profundidad. Uno de ellos era mi tio Juan, padre de seis hijos, que resulto muerto, y el otro, mi padre, su hermano, padre de cuatro hijos, que gravemente herido salvó la vida pero no su pierna derecha, que le fue amputada muy por encima de la rodilla. A ellos dedico mi libro, donde anoto otros muchos pormenores y las signaturas correspondientes de mis fuentes, y que he titulado; “ Y es, hasta donde al presente, corre el agua”. una frase que encontramos repetidamente en el documento de la revisión de Manuel de Argumosa y Caballero, intendente interino de la inacabada acequia en 1756.

Ruego disculpen los numerosos erores ortograficos. Escribo sobre tablet con un teclado pequeño y la ventana no me opermite ojear el texto con amplitud.
Muchas gracias.