En 1752 queda registrado en el catastro de Ensenada como
ruina y en este grabado el artista Leo Munzer lo refleja
detalladamente en su viaje por estas tierras. Unico testimonio que hay de dicha fortaleza. La última vez que se habla
del
castillo es en el año 1805 y desaparece. Las
piedras serían reutilizadas seguramente.