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ALBUÑAN: Accidente aereo en el Picón de Jérez, año 1960....

Accidente aereo en el Picón de Jérez, año 1960.
La noche del 8 de marzo de 1960, un avión militar cuatrimotor americano DC-4, que despegó desde Nápoles con rumbo Rota (Cádiz, se estrella por una densa niebla cerca de "la piedra de los Lobos" del Picón. Exactamaente en "las Paratas de Chorreras Negras, junto al barranco "de Carboneras".
En el aparato viajaban 24 oficiales de la Armada USA (US Navy) y un piloto. Decidieron que el piloto y un oficial buscasen ayuda en el pueblo más cercano, bajando desde una altura de 2500 metros. Llegan a un bar jerezano y para hacerse entender, con una hoja de periódico hacen un avión que estrellan y aplastan simuladamente.
El avión se llamaba "Ciudad de Madrid", y nadie muere en el siniestro aunque hay varios heridos de necesidad.
un grupo de 6 jerezanos y un lugareño de Lanteira fueron los primeros en llegar y localizar al aparato (antes que la Guardia Civil de montaña).
La caminata de esos valientes la dificultó una fuerte ventisca que azotaba la Sierra esa noche, a veces se hundían en la nieve hasta el cuello, pero usando mulos se llevaron a 11 que no estaban heridos. Tres jerezanos se quedaron a pasar la noche con los heridos, mientras los otros llegaban al "Posterillo" con los ilesos, y desde allí con coches, hacia el pueblo.
El avión ya estaba semienterrado por la nieve y el dolor de los heridos aumentaba por el frio, a pesar de las mantas que llevaron los jerezanos.
Por la mañana, el día 9 de marzo empiezan a llegar militares españoles y autoridades civiles españolas.
Durante 3 días más se atiende a los heridos junto al avión siniestrado por desorientación, usando todo un hospital improvisado de campaña de lona.
El resultado final fué un oficial que quedó invalido de por vida, y un jerezano herido de bala por el disparo fortuito del arma de un guardia civil nervioso.
En agradecimiento los americanos mandaron comida y ropa a los lugareños durante años, que engalanaron su pueblo para recibir la visita del embajador americano, a modo de la película "Bienvenido Mr. Marshall".
También los americanos cedieron los restos del avión al pueblo, que fué desmontado pieza a pieza en el verano, y se vendió por un millón cuatrocientas mil pesetas de la época. Con tal dinero se acondicionó el campanario de la iglesia y se llevó conducciones de agua potable al pueblo.
En marzo de 2010 se celebró el cincuentenario del suceso, con una piedra conmemorativa y con la visita del actual embajador americano, acompañado de dos de los supervivientes del accidente.