Luz ahora: 0,09200 €/kWh
LA REBELION DE LOS MORISCOS ENTRE 1569-1571.
En 1492, durante las capitulaciones de Santa Fe, los moros se rinden pero con ciertas condiciones, sobre sus propiedades, costumbres, y religión, a cambio de pagar tributos a los reyes cristianos.
Esas condiciones se incumplen y el cardenal Cisneros, envenena a la reina para que domine a sus súbditos musulmanes, con medidas impopulares.
Todo eso deriva en la rebelión mudéjar de la Alpujarra del 8 de marzo del 1500, que es aplastada. El rey Fernando entra en Lanjarón y quema su mezquita con 300 moros dentro, que asesina.
En 1518, Carlos V ordena quemar sus libros, les prohíbe usar su lengua y ropas típicas y sus fiestas, les prohíbe el uso de los baños, y obliga a las mujeres a que descubran su rostro. Manda que tengan siempre las puertas abiertas tapiando las que den al este (meca).
En 1555 una gran hambruna, sequía y epidemia de tifus barre la zona, los cristianos culpan a los hechizos de los moriscos (musulmanes convertidos falsamente).
En 1566 Felipe II persigue legalmente a los moriscos y muchos se exilian al Norte de África y otros lugares. En 1568 se les imponen nuevos tributos impagables, que acaban en expropiación de todas sus tierras. Estalla el levantamiento general y muchos se van a la Sierra, para hacer de bandoleros o Monfíes, mientras que nace la guerra de las Alpujarras.
El 27 de septiembre de 1568, empieza la guerra de las Alpujarras, al nombrar ese dia rey a Fernando de Córdoba y Valor, que abjura del cristianismo y toma el nombre de Muley Abén Humeya. El 30 de dic. de 1568 bajo un olivo de Cádiar es vestido de púrpura y rojo, a la usanza de los reyes nazaritas. Abén Humeya nombra alguacil mayor a su rival Faraz Ben Farax (Abén Farag), de los abencerrajes, que ataca Lanjarón el 31 de dic. de 1568, quemando su iglesia y a 20 cristianos. Toma Poqueira, Pitres, Juviles y Ugíjar.
En enero de 1569 Felipe II manda dos ejércitos para aplastarlo, uno comandado por el marqués de Mondéjar y acampados en órgiva, el otro mandado por el marqués de los Vélez, y acampados en Terques. Pero la táctica de guerrillas de los moriscos los tenía desgastados, ya que era golpear y huir con emboscadas. No había batalla abierta.
Los cristianos saquean los pueblos moriscos, pero la rebelión crece y llega a Almería y su comarca.
Felipe II envía un tercer ejército al mando de Juan de Austria, que ofrece en órgiva una recompensa de 10000 ducados y privilegios, para el que asesine a Humeya. La cosa funciona y es asesinado en octubre de 1569 (estrangulado en el castillo de Laujar Andarax), pero la rebelión no decae y su primo Abén Aboo se nombra rey de La Alpujarra y reúne 10.000
soldados, que llegan a las puertas de Granada, pero los miedosos moriscos granadinos no les ayudan, y Aboo escapa antes de que llegue el ejército imperial a finales de 1569.
Juan de Austria promete perdón a todo morisco que se rinda y los fieles a Aboo se dividen entre los que quieren rendirse y los que no. En Fondón de Andarax, El Havaqui se rinde, y Aboo lo mata por traidor.
Entre Julio y septiembre de 1570 en Ronda y otros pueblos de Málaga tienen lugar los últimos combates.
Aboo escapa a unas cuevas de Mecina Bombarón, en la Alpujarra, en 1571, pero un seguidor lo asesina de un arcabucazo y lo despeña. Ata luego el cadáver a un caballo y lo manda a los cristianos.
A partir de ese momento todos los moriscos de Granada (sublevados o no), son expulsados de Granada y diseminados por Castilla, Aragón, Valencia y Extremadura (divide y vencerás!). Más de 20.000 de ellos murieron en esas migraciones tan penosas (niños, ancianos, mujeres, enfermos).
Fue un preludio de la expulsión general de todos los moriscos españoles decretada por Felipe III en el año 1609, bautizados o no, aunque nunca se logró expulsarlos a todos, y la inquisición aún judgaba moriscos en el siglo XVIII (auto de fe de Granada de 9 de mayo de 1728 donde 46 moriscos son acusados de islamizar). Hay una semileyenda en la Alpujarra que dice que en los pueblos remotos, aún se practicaban ritos musulmanes a principios del siglo XX.
En 1492, durante las capitulaciones de Santa Fe, los moros se rinden pero con ciertas condiciones, sobre sus propiedades, costumbres, y religión, a cambio de pagar tributos a los reyes cristianos.
Esas condiciones se incumplen y el cardenal Cisneros, envenena a la reina para que domine a sus súbditos musulmanes, con medidas impopulares.
Todo eso deriva en la rebelión mudéjar de la Alpujarra del 8 de marzo del 1500, que es aplastada. El rey Fernando entra en Lanjarón y quema su mezquita con 300 moros dentro, que asesina.
En 1518, Carlos V ordena quemar sus libros, les prohíbe usar su lengua y ropas típicas y sus fiestas, les prohíbe el uso de los baños, y obliga a las mujeres a que descubran su rostro. Manda que tengan siempre las puertas abiertas tapiando las que den al este (meca).
En 1555 una gran hambruna, sequía y epidemia de tifus barre la zona, los cristianos culpan a los hechizos de los moriscos (musulmanes convertidos falsamente).
En 1566 Felipe II persigue legalmente a los moriscos y muchos se exilian al Norte de África y otros lugares. En 1568 se les imponen nuevos tributos impagables, que acaban en expropiación de todas sus tierras. Estalla el levantamiento general y muchos se van a la Sierra, para hacer de bandoleros o Monfíes, mientras que nace la guerra de las Alpujarras.
El 27 de septiembre de 1568, empieza la guerra de las Alpujarras, al nombrar ese dia rey a Fernando de Córdoba y Valor, que abjura del cristianismo y toma el nombre de Muley Abén Humeya. El 30 de dic. de 1568 bajo un olivo de Cádiar es vestido de púrpura y rojo, a la usanza de los reyes nazaritas. Abén Humeya nombra alguacil mayor a su rival Faraz Ben Farax (Abén Farag), de los abencerrajes, que ataca Lanjarón el 31 de dic. de 1568, quemando su iglesia y a 20 cristianos. Toma Poqueira, Pitres, Juviles y Ugíjar.
En enero de 1569 Felipe II manda dos ejércitos para aplastarlo, uno comandado por el marqués de Mondéjar y acampados en órgiva, el otro mandado por el marqués de los Vélez, y acampados en Terques. Pero la táctica de guerrillas de los moriscos los tenía desgastados, ya que era golpear y huir con emboscadas. No había batalla abierta.
Los cristianos saquean los pueblos moriscos, pero la rebelión crece y llega a Almería y su comarca.
Felipe II envía un tercer ejército al mando de Juan de Austria, que ofrece en órgiva una recompensa de 10000 ducados y privilegios, para el que asesine a Humeya. La cosa funciona y es asesinado en octubre de 1569 (estrangulado en el castillo de Laujar Andarax), pero la rebelión no decae y su primo Abén Aboo se nombra rey de La Alpujarra y reúne 10.000
soldados, que llegan a las puertas de Granada, pero los miedosos moriscos granadinos no les ayudan, y Aboo escapa antes de que llegue el ejército imperial a finales de 1569.
Juan de Austria promete perdón a todo morisco que se rinda y los fieles a Aboo se dividen entre los que quieren rendirse y los que no. En Fondón de Andarax, El Havaqui se rinde, y Aboo lo mata por traidor.
Entre Julio y septiembre de 1570 en Ronda y otros pueblos de Málaga tienen lugar los últimos combates.
Aboo escapa a unas cuevas de Mecina Bombarón, en la Alpujarra, en 1571, pero un seguidor lo asesina de un arcabucazo y lo despeña. Ata luego el cadáver a un caballo y lo manda a los cristianos.
A partir de ese momento todos los moriscos de Granada (sublevados o no), son expulsados de Granada y diseminados por Castilla, Aragón, Valencia y Extremadura (divide y vencerás!). Más de 20.000 de ellos murieron en esas migraciones tan penosas (niños, ancianos, mujeres, enfermos).
Fue un preludio de la expulsión general de todos los moriscos españoles decretada por Felipe III en el año 1609, bautizados o no, aunque nunca se logró expulsarlos a todos, y la inquisición aún judgaba moriscos en el siglo XVIII (auto de fe de Granada de 9 de mayo de 1728 donde 46 moriscos son acusados de islamizar). Hay una semileyenda en la Alpujarra que dice que en los pueblos remotos, aún se practicaban ritos musulmanes a principios del siglo XX.