Soldados albuñaneros en el frente de la Alfaguara de 1936 a 1939.
El famoso sanatorio antituberculoso "Jesús del Monte" es clausurado para convertirlo en hospital de sangre militar y
en comandancia de la 32 división del Ejército Nacinal, para controlar el paso de los republicanos por la carretera de
Murcia. Se hacen trincheras y se fortifica.
Allí llegan refuerzos de la VI bandera de la Legión y tropas regulares y falangistas huidos de Guadix y su comarca.
34 albuñaneros defendieron este enclave desde agosto de 1936 ya que Cogollos Vega y Huétor-Santillán eran de los re-
publicanos, mientras que Alfacar y Nívar eran nacionales.
El 6 de septiembre de 1936 estos albuñaneros atacan el Peñón dela Mata con la 10ª compañía y el 22 el cerro del
Tamboril.
Los oficiales del VI C. R estaban alojados en el sanatorio y los tuberculosos fueron trasladados al hospital de San
Lázaro.
Cerca del sanatorio en la sierra de la Yedra, hubo un segundo cuartel nacional llamado "José Antonio" donde servía un
cogollero y dos albuñaneros.
No puedo evitar hablar una vez más de fantasmas aquí ya que disponemos de claros registros de aquella posición:
en el orden de batalla del 30 de septiembre, documento AJ-12/ SEP/ 36/ DDC., se refleja la deserción de 3 centinelas
yel espanto de la tropa por figuras etereas que de noche les visitan y que identifican con posibles difuntos del
brote tuberculoso de 1934. Se castiga ejemplarmente a los centinelas que abandonan sus puestos.
Tras la muerte de la fundadora del sanatorio en 1935, Berta Wilhelmi Enrich, su amiga Helen Wickman se hace cargo y
a ella le ordenan en 1936 evacuar el hospital. Se sabe que desde 1923 que fue fundado allí murieron 317 enfermos y
hubo 21 suicidios de enfermos que no querían consumirse hasta el final. Hasta que no llegó la estreptomicina y las
sulfamidas en 1948 esta enfermedad era incurable.
Actualmente se sigue hablando de actividad paranormal entre sus ruinas.
Uno de los juzgados por deserción era el albuñanero Fermín Cobo Vidal, que en su defensa alegó que unos niños muertos
le obligaron asalir corriendo. Recordarque en 1925 junto al sanatoriose hizo un preventorio para niños tuberculosos o
tísicos.
Al final de la contienda allí murieron 7 albuñaneros y un detenido como hemos visto. El Patronato Antituberculoso
recuperó su antiguo uso hasta 1952 que se cierra. Hasta 1969 fue centro de retiro espiritual de los Jesuitas, que lo
abandonan por sus fenómenos anómalos, y hasta 1979 lo utilizaron grupos de Boys-Scouts... que igualmente padecieron
sustos varios.
Aún quedan pequeños restos de un caza republicano que allí fue derribado en 1937, muy cerca del sanatorio, y trincheras
en buen estado de conservación.
Uno de los médicos que colaboraban allí, Alejandro Otero, hubo de escapar por ser un conocido socialista.
Yo he visitado las ruinas y la verdad imponen respeto, quizás predispuesto por las historias que se dieron.
Un fugado de la cárcel de Granada en 1970 se refugió allí y uno de los guardias civiles que lo acecharon desapareció
para siempre, igual que 2 montañeros en 1981.
El guardés de la casa forestal se ahorcó en 1975 dejando una nota que decía que ya no podía aguantar más la tortura
psicológica de los espectros que allí se le aparecían.
En fin, cualquiera sabe si hay almas sin descanso empeñadas en buscar la luz que les falta.
Hay muchas historias más de este tipo, pero no se pueden comprobar y por eso las dejo pasar. Para mayor intriga
un hongo parásito ha matado muchos pinos allí y eso aumenta la imagen grotesca del lugar, que llaman zona de silencio
porque no se escuchan ni los pájaros... cosa que yo corroboro.
Todo pudiese tener explicación lógica y este ser uno más de esos lugares estigmatizados por su pasado, pero yo decidí
no ir más allí, por si un acaso....
El famoso sanatorio antituberculoso "Jesús del Monte" es clausurado para convertirlo en hospital de sangre militar y
en comandancia de la 32 división del Ejército Nacinal, para controlar el paso de los republicanos por la carretera de
Murcia. Se hacen trincheras y se fortifica.
Allí llegan refuerzos de la VI bandera de la Legión y tropas regulares y falangistas huidos de Guadix y su comarca.
34 albuñaneros defendieron este enclave desde agosto de 1936 ya que Cogollos Vega y Huétor-Santillán eran de los re-
publicanos, mientras que Alfacar y Nívar eran nacionales.
El 6 de septiembre de 1936 estos albuñaneros atacan el Peñón dela Mata con la 10ª compañía y el 22 el cerro del
Tamboril.
Los oficiales del VI C. R estaban alojados en el sanatorio y los tuberculosos fueron trasladados al hospital de San
Lázaro.
Cerca del sanatorio en la sierra de la Yedra, hubo un segundo cuartel nacional llamado "José Antonio" donde servía un
cogollero y dos albuñaneros.
No puedo evitar hablar una vez más de fantasmas aquí ya que disponemos de claros registros de aquella posición:
en el orden de batalla del 30 de septiembre, documento AJ-12/ SEP/ 36/ DDC., se refleja la deserción de 3 centinelas
yel espanto de la tropa por figuras etereas que de noche les visitan y que identifican con posibles difuntos del
brote tuberculoso de 1934. Se castiga ejemplarmente a los centinelas que abandonan sus puestos.
Tras la muerte de la fundadora del sanatorio en 1935, Berta Wilhelmi Enrich, su amiga Helen Wickman se hace cargo y
a ella le ordenan en 1936 evacuar el hospital. Se sabe que desde 1923 que fue fundado allí murieron 317 enfermos y
hubo 21 suicidios de enfermos que no querían consumirse hasta el final. Hasta que no llegó la estreptomicina y las
sulfamidas en 1948 esta enfermedad era incurable.
Actualmente se sigue hablando de actividad paranormal entre sus ruinas.
Uno de los juzgados por deserción era el albuñanero Fermín Cobo Vidal, que en su defensa alegó que unos niños muertos
le obligaron asalir corriendo. Recordarque en 1925 junto al sanatoriose hizo un preventorio para niños tuberculosos o
tísicos.
Al final de la contienda allí murieron 7 albuñaneros y un detenido como hemos visto. El Patronato Antituberculoso
recuperó su antiguo uso hasta 1952 que se cierra. Hasta 1969 fue centro de retiro espiritual de los Jesuitas, que lo
abandonan por sus fenómenos anómalos, y hasta 1979 lo utilizaron grupos de Boys-Scouts... que igualmente padecieron
sustos varios.
Aún quedan pequeños restos de un caza republicano que allí fue derribado en 1937, muy cerca del sanatorio, y trincheras
en buen estado de conservación.
Uno de los médicos que colaboraban allí, Alejandro Otero, hubo de escapar por ser un conocido socialista.
Yo he visitado las ruinas y la verdad imponen respeto, quizás predispuesto por las historias que se dieron.
Un fugado de la cárcel de Granada en 1970 se refugió allí y uno de los guardias civiles que lo acecharon desapareció
para siempre, igual que 2 montañeros en 1981.
El guardés de la casa forestal se ahorcó en 1975 dejando una nota que decía que ya no podía aguantar más la tortura
psicológica de los espectros que allí se le aparecían.
En fin, cualquiera sabe si hay almas sin descanso empeñadas en buscar la luz que les falta.
Hay muchas historias más de este tipo, pero no se pueden comprobar y por eso las dejo pasar. Para mayor intriga
un hongo parásito ha matado muchos pinos allí y eso aumenta la imagen grotesca del lugar, que llaman zona de silencio
porque no se escuchan ni los pájaros... cosa que yo corroboro.
Todo pudiese tener explicación lógica y este ser uno más de esos lugares estigmatizados por su pasado, pero yo decidí
no ir más allí, por si un acaso....