Existe un sitio conocido por todos los que somos de
Albuñuelas o tenemos
familia, el
castillo. Son las
ruinas de un castillo mandado construir por el mismo que mando construir el Generalife y la Alhambra,
monumento histórico de
Granada. La
historia cuenta que el emperador árabe mandó construirlo para que sus princesas al cruzar el paso tuviesen un hospicio por esos
valles.
Hubo un gran desprendimiento de una
roca harán unos 5 años. Estuvo sonando ese estruendoso ruido durante 3 o 4 horas.
Albuñuelas fue asentamiento humano en la Prehistoria como demuestran unas
cuevas que se encuentran en el interior de un tajo perpendicular de
piedra, a unos cuatrocientos metros del casco urbano, en cuyo interior hay habilitadas varias habitaciones. Tuvo una etapa floreciente en la época de la dominación árabe, hasta el punto de que cuentan las crónicas que sus vecinos, valientes y decididos, resistieron con tenacidad a los soldados de Fernando el Católico. Posteriormente, adquirió un importante protagonismo con los moriscos, muchos de los cuales se decantaron por la paz durante la rebelión del siglo XVI aunque eso no les sirvió para librarse de la expulsión posterior. Sin embargo, cuando despegó realmente fue tras la repoblación con cristianos viejos, la mayoría de ellos procedentes de La Mancha; así lo atestiguan no sólo los documentos hallados en los archivos, sino, también, las magníficas
fachadas que presentan muchas de las
casas del casco urbano, algunas de ellas muy bien conservadas. El terremoto del 25 de Diciembre de 1884 provocó en Albuñuelas 102 muertos, medio centenar de herídos y la destrucción total de 362
edificios; pero fue reconstruido en pocos años.