No tan locos!
j0cundus
En un manicomio tenían la
tradición de interrogar cada año a dos locos que parecieran algo recuperados; si veían que respondían correctamente, estaban listos para marcharse de la institución.
Juancito y Panchito son los dos afortunados que van este año al despacho del director:
- Le toca primero, Juancito. A ver, respóndale: si le dan un pelotazo y pierde un ojo, ¿qué le pasaría?
- Pos que me quedaría medio ciego, doctorcito.
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