Algarinejo se localiza en una encrucijada estratégica de la cultura, historia y territorio andaluz: las Montañas del Sistema Subbético y el Surco Intrabético, dos de las áreas de mayor peso histórico en el devenir del sur peninsular.
Su posición privilegiada en las intercomunicaciones de la red de ciudades medias históricas de Andalucía, a mitad de camino entre las Campiñas del norte y el Gran Paso Intrabético, el río Genil, ha marcado el desarrollo de su proceso territorial y cultural, configurando un espacio de media montaña mediterránea de gran interés ambiental y dilatada y compleja historia.
Situado en la zona más occidental de la región de los Montes de Granada, área de singular personalidad territorial y cultural en el conjunto de la Bética Oriental, Algarinejo se localiza a una hora de tres capitales andaluzas de indudable interés turístico, histórico y monumental como son Málaga, Córdoba, la antigua capital califal de Al Andalus en época medieval y Granada, la ciudad del último reino musulmán de la península Ibérica.
No olvidar la cercanía y la situación equidistante entre Loja y Priego, a sólo 28 y 35 Km de Algarinejo, o Montefrío, ciudades con excepcionales conjuntos históricos bien conservados.
El municipio limita con Priego, Iznájar, Loja y Montefrío y tiene una superficie de 93 km2, con una población de 4.150 habitantes distribuida entre tres poblaciones concentradas y más de 700 cortijos diseminados en el campo.
Territorio abrupto, montañoso y de elevadas pendientes y amplias cuencas visuales, la altura oscila entre los 650 y los casi 1.100 m de Pico Morrón en la Sierra de Chanzas, su límite montañoso oriental. Sierra del Alcornocal, Sierra de Chite o Sierras de Cesna son elementos geomorfológicos de serranías medias andaluzas que podemos localizar en el municipio además de fondos valles y depresiones intensamente habitadas y explotadas.
Esta situación equidistante regional y un potencial de recursos naturales muy considerable (la mayor densidad de fuentes de agua o los mejores arroyos y ríos de los Montes de Granada) son el contexto geográfico de su desarrollo histórico, y sobre todo de la estructura o formas de sus paisajes actuales, de carácter mosaico en donde alternan retazos del monte encinar mediterráneo, con auténticos bosques artificiales de olivar que sustituyeron a las extensas dehesas de encinas.
La explotación ganadera de este encinar, que hoy todavía conserva numerosos enclaves, y la calidad y abundancia de manantiales y arroyos, que además permitía una agricultura de huertas y forrajeras para ganados muy productiva, fueron los factores que motivaron el desarrollo urbanístico de Algarinejo pueblo, ya desde época romana.
El paisaje actual, uno de los mejores ejemplos regionales del sistema secular de explotación campesina de los ecosistemas mediterráneos andaluces, es en gran medida heredero del sistema romano y medieval de explotación de las vegas de alta producción, organizadas por un sistema de terrazas, acequias, balsas y molinos o batanes.
El origen de las tres poblaciones de Algarinejo, Fuentes de Cesna o La Viña y sus entornos sistema de explotación tiene raíces romanas y sobre todo medievales, cuando en época califal (S. IX-XI) se organiza una estructurada red de poblamiento organizada por rutas comerciales a través de caminos de herradura.
La relación y consecuencia histórica de estros tres nudos de población con el trasiego ganadero entre Loja-Priego-Montefrío-Iznájar, si bien muy accesibles a las mejores vegas y siempre cerca de surgencias de agua canalizadas, tiene numerosas evidencias materiales: abrevaderos, vías pecuarias, puentes, cordeles, descansaderos en viejos encinares, topónimos, batanes o la tradición textil industrial de la localidad.
El sistema de habitación de los Montes de Algarinejo, característico de la Bética Montañosa, es singular en su entorno regional debido a la densidad del hábitat diseminado, mediante más de 700 cortijos de gran calidad e integración paisajística por su carácter tradicional y por un sistema de explotación racional que prima la calidad.
Este entorno geográfico permite numerosos aprovechamientos turísticos sostenibles del medio y un buen elenco de productos alternativos de ocio y tiempo libre.
La recuperación, conservación, divulgación y Uso Turístico de este patrimonio cultural y natural es la estrategia que se persigue desde el Plan de Desarrollo Turístico que impulsa la Concejalía de Turismo desde el 2003.
Un territorio singular con numerosos elementos y una red de rutas, alojamientos, señalización, enclaves y zonas puestas en valor como Ríos de Algarinejo Parque Turístico del Agua o Parque Cultural Cesna y otros elementos como parques recreativos o descansaderos turísticos en áreas de gran interés paisajístico, son las primeras iniciativas para ofertar a nuestros visitantes.
Su posición privilegiada en las intercomunicaciones de la red de ciudades medias históricas de Andalucía, a mitad de camino entre las Campiñas del norte y el Gran Paso Intrabético, el río Genil, ha marcado el desarrollo de su proceso territorial y cultural, configurando un espacio de media montaña mediterránea de gran interés ambiental y dilatada y compleja historia.
Situado en la zona más occidental de la región de los Montes de Granada, área de singular personalidad territorial y cultural en el conjunto de la Bética Oriental, Algarinejo se localiza a una hora de tres capitales andaluzas de indudable interés turístico, histórico y monumental como son Málaga, Córdoba, la antigua capital califal de Al Andalus en época medieval y Granada, la ciudad del último reino musulmán de la península Ibérica.
No olvidar la cercanía y la situación equidistante entre Loja y Priego, a sólo 28 y 35 Km de Algarinejo, o Montefrío, ciudades con excepcionales conjuntos históricos bien conservados.
El municipio limita con Priego, Iznájar, Loja y Montefrío y tiene una superficie de 93 km2, con una población de 4.150 habitantes distribuida entre tres poblaciones concentradas y más de 700 cortijos diseminados en el campo.
Territorio abrupto, montañoso y de elevadas pendientes y amplias cuencas visuales, la altura oscila entre los 650 y los casi 1.100 m de Pico Morrón en la Sierra de Chanzas, su límite montañoso oriental. Sierra del Alcornocal, Sierra de Chite o Sierras de Cesna son elementos geomorfológicos de serranías medias andaluzas que podemos localizar en el municipio además de fondos valles y depresiones intensamente habitadas y explotadas.
Esta situación equidistante regional y un potencial de recursos naturales muy considerable (la mayor densidad de fuentes de agua o los mejores arroyos y ríos de los Montes de Granada) son el contexto geográfico de su desarrollo histórico, y sobre todo de la estructura o formas de sus paisajes actuales, de carácter mosaico en donde alternan retazos del monte encinar mediterráneo, con auténticos bosques artificiales de olivar que sustituyeron a las extensas dehesas de encinas.
La explotación ganadera de este encinar, que hoy todavía conserva numerosos enclaves, y la calidad y abundancia de manantiales y arroyos, que además permitía una agricultura de huertas y forrajeras para ganados muy productiva, fueron los factores que motivaron el desarrollo urbanístico de Algarinejo pueblo, ya desde época romana.
El paisaje actual, uno de los mejores ejemplos regionales del sistema secular de explotación campesina de los ecosistemas mediterráneos andaluces, es en gran medida heredero del sistema romano y medieval de explotación de las vegas de alta producción, organizadas por un sistema de terrazas, acequias, balsas y molinos o batanes.
El origen de las tres poblaciones de Algarinejo, Fuentes de Cesna o La Viña y sus entornos sistema de explotación tiene raíces romanas y sobre todo medievales, cuando en época califal (S. IX-XI) se organiza una estructurada red de poblamiento organizada por rutas comerciales a través de caminos de herradura.
La relación y consecuencia histórica de estros tres nudos de población con el trasiego ganadero entre Loja-Priego-Montefrío-Iznájar, si bien muy accesibles a las mejores vegas y siempre cerca de surgencias de agua canalizadas, tiene numerosas evidencias materiales: abrevaderos, vías pecuarias, puentes, cordeles, descansaderos en viejos encinares, topónimos, batanes o la tradición textil industrial de la localidad.
El sistema de habitación de los Montes de Algarinejo, característico de la Bética Montañosa, es singular en su entorno regional debido a la densidad del hábitat diseminado, mediante más de 700 cortijos de gran calidad e integración paisajística por su carácter tradicional y por un sistema de explotación racional que prima la calidad.
Este entorno geográfico permite numerosos aprovechamientos turísticos sostenibles del medio y un buen elenco de productos alternativos de ocio y tiempo libre.
La recuperación, conservación, divulgación y Uso Turístico de este patrimonio cultural y natural es la estrategia que se persigue desde el Plan de Desarrollo Turístico que impulsa la Concejalía de Turismo desde el 2003.
Un territorio singular con numerosos elementos y una red de rutas, alojamientos, señalización, enclaves y zonas puestas en valor como Ríos de Algarinejo Parque Turístico del Agua o Parque Cultural Cesna y otros elementos como parques recreativos o descansaderos turísticos en áreas de gran interés paisajístico, son las primeras iniciativas para ofertar a nuestros visitantes.