Gastronomía
HERENCIA DE SABORES ANTIGUOS La comarca, debido a sus antiguas comunicaciones, mantuvo inéditos ciertos platos y fórmulas cocineriles, muchas de ellas herencia de sus antiguos pobladores, los árabes. Esto le dan gran autenticidad a sus elaborados y creaciones populares. Tierra de secano es pródiga en garbanzos, cereales y un olivar centenario que produce un excelente aceite de oliva virgen extra muy valorado por la gastronomía actual. El rio Genil y el cercano embalse surten a veces de especímenes de salmónidos como el barbo, si bien su riqueza coquinaria se basa en recios guisos de invierno, como el potaje de garbanzos o fresca Porra y Ajoblanco para el verano. Sopa de calabacines con fideos, barbo en salsa verde, y en dulces son característicos los roscos, Palotes, tiras de harina amasada con canela, azúcar, huevo y leche, después fritos. Los higos se secaban al sol y para conservarlos se envolvían en hojas de higuera, atadas con un cordel y se colgaban en un sitio seco y con poca luz, de diez a quince días. Pan de higo. 1Kg de higos de buena calidad Semillas de anís Semillas de hinojo Una taza de aguardiente de anís Elaboración Escaldar los higos en agua caliente y después partir colocando la piel hacia abajo. Poner los higos en un almirez o mortero, una capa de higos y otra de semillas y un poco de licor. Aplastar con la maza del mortero y seguir hasta llenar el mortero, que sirve de molde. Sacar con cuidado, (ha de estar muy prieto), colocar en placas de horno y hornear a temperatura suave hasta secarlos.
HERENCIA DE SABORES ANTIGUOS La comarca, debido a sus antiguas comunicaciones, mantuvo inéditos ciertos platos y fórmulas cocineriles, muchas de ellas herencia de sus antiguos pobladores, los árabes. Esto le dan gran autenticidad a sus elaborados y creaciones populares. Tierra de secano es pródiga en garbanzos, cereales y un olivar centenario que produce un excelente aceite de oliva virgen extra muy valorado por la gastronomía actual. El rio Genil y el cercano embalse surten a veces de especímenes de salmónidos como el barbo, si bien su riqueza coquinaria se basa en recios guisos de invierno, como el potaje de garbanzos o fresca Porra y Ajoblanco para el verano. Sopa de calabacines con fideos, barbo en salsa verde, y en dulces son característicos los roscos, Palotes, tiras de harina amasada con canela, azúcar, huevo y leche, después fritos. Los higos se secaban al sol y para conservarlos se envolvían en hojas de higuera, atadas con un cordel y se colgaban en un sitio seco y con poca luz, de diez a quince días. Pan de higo. 1Kg de higos de buena calidad Semillas de anís Semillas de hinojo Una taza de aguardiente de anís Elaboración Escaldar los higos en agua caliente y después partir colocando la piel hacia abajo. Poner los higos en un almirez o mortero, una capa de higos y otra de semillas y un poco de licor. Aplastar con la maza del mortero y seguir hasta llenar el mortero, que sirve de molde. Sacar con cuidado, (ha de estar muy prieto), colocar en placas de horno y hornear a temperatura suave hasta secarlos.