Torre Pesquera
Torre Pesquera o más bien el castillo de Pesquera surge a finales del S. IX o inicios del S. X ne como bastión avanzado de la militarización califal tras el fracaso de la primera fitna o guerra civil acaudillada por Ibn Hafsun, quien revoluciona a los muladíes o cristianos mozárabes de entre otras zonas, Algarinejo y Cesna. Cesna es igualmente militarizada con otro castillo y tierras donadas por el califato a poblaciones sirias, en recompensa por su cooperación en el sometimiento cristiano.
La toponimia (Quinta de Pesquera o el propio topónimo que indica cierta actividad con la pesca fluvial como recurso) y la información arqueológica confirman el poblamiento en los valles de Pesquera y afluentes durante época romana y de la Antigüedad tardía o ya mozárabe, tras la conquista árabe de Al Andalus
A este contexto histórico pertenece la primera fase del castillo, manifestada por una primera torre cuadrada y fabricada con gruesos muros de hormigón de cal y un primer recinto anexo que amuralla la zona de más fácil acceso, el flanco este. El acceso estratégico de los filones metalíferos de hierro de la vecina Sierra Tosquilla y el control del camino pecuario Cesna-Priego, eje importante de la revuelta, pudieran ser los motivos de esta primera instalación que intenta la asimilación de la población mozárabe que es obligada a abandonar los recintos amurallados de castillejos excepcionalmente defendibles y que aglutinaron la revuelta.
Esta fase califal supone la colonización agraria de los fértiles valles de Pesquera entre otros, mediante un poblamiento diseminado de pequeñas instalaciones domésticas conviviendo con el embrión urbanístico de las posteriores alquerías almohade-nazaritas, a veces superpuestas sobre vicus o villae romanas, caso del propio núcleo de Algarinejo.
La segunda fase constructiva, de época bajomedieval y seguramente nazarita se corresponde con citas en algunas fuentes que confirman la existencia de los moros de Pesquera en el S. XII, que podrían confirmar la continuidad de una pequeña alquería fortificada que organiza un espacio productivo mediante una acequia, tierras de cultivo aguas abajo y construye un molino de cereales, básico en la dieta andalusí. Estos elementos permanecen visibles en la actualidad.
Desde este momento histórico y hasta 1435 o en fecha posterior, según las informaciones que barajemos, esto es en el momento del fin de la frontera y ocupación castellana definitiva de madina Lauxa o Loja en 1489, el pequeño e inaccesible castillo soporta razzias o ataques periódicos lanzados desde la inestable frontera con la zona de Priego, la madina Bagus capturada por Castilla en los inicios del S. XIII.
Además de estas fuentes escritas, la fábrica de una atalaya o torre cilíndrica de mampostería enripiada con verdugones, que refuerza la antigua defensa o la construcción de una segunda y probable línea amurallada, es propia y característica de los refuerzos de las antiguas fortalezas califales que realizó el sultanato nazarita en los inicios del S. XIV. Estas fábricas de mampostería sobre los hormigones de cal califales son también identificadas en el castillo de Cesna, los dos principales y más occidentales bastiones poblacionales y militares de la Frontera Occidental del Reino Nazarita.
La función territorial y política de Torre Pesquera pudo cambiar en estos momentos para orientarse, tras un uso netamente estratégico por acceso a minerales, para convertirse en husun o castillo de las qaryas o aldeas periféricas de Pesquera y entorno donde los campesinos nazaritas practicaban una agricultura de regadío aprovechando las surgencias del entorno. Esta intensificación del poblamiento originó el interés castellano por su conquista quien ocupa el castillo como núcleo de una nueva organización y colonización agraria por los nuevos repobladores de cortijos y grandes haciendas.
Estos nuevos pobladores adquieren gracias a los repartimentos impulsados en el concejo de Loja de extensas fincas en el valle y en las dehesas (Dehesilla Alta y Baja), esto es las tierras altas del área de Cesna donde paralelamente se produce también un cambio radical en la organización del territorio y en una orientación más ganadera y cerealística, diferenciada de las prácticas de huertas andalusíes. El conflicto judicial entre el señorío que se pretende desarrollar en esta área de nuevos pobladores y los derechos históricos que reclama el concejo de Loja abarcan el S. XVII.
Tras la constitución definitiva del señorío del marquesado de Algarinejo, Torre Pesquera pierde su funcionalidad militar para despoblarse hasta la actualidad, si bien continúa un poblamiento de cortijos diseminados en los alrededores.
El castillo presenta un estado deficiente si bien es todavía perceptible su forma histórica y determinados elementos como la torre cilíndrica, parte de la cuadrada y algunos lienzos de murallas. El cercano Molino de Pesquera o Pies de Trapo es una obra civil nazarita muy bien conservada y que conserva gran parte del edificio original, el cubo o salto de agua que accionaba el mecanismo de molienda y la última maquinaria de molienda, con piezas de gran interés así como un horno o tahona tradicional, los llamados hornos morunos de leña y que está íntegramente conservado.
Torre Pesquera o más bien el castillo de Pesquera surge a finales del S. IX o inicios del S. X ne como bastión avanzado de la militarización califal tras el fracaso de la primera fitna o guerra civil acaudillada por Ibn Hafsun, quien revoluciona a los muladíes o cristianos mozárabes de entre otras zonas, Algarinejo y Cesna. Cesna es igualmente militarizada con otro castillo y tierras donadas por el califato a poblaciones sirias, en recompensa por su cooperación en el sometimiento cristiano.
La toponimia (Quinta de Pesquera o el propio topónimo que indica cierta actividad con la pesca fluvial como recurso) y la información arqueológica confirman el poblamiento en los valles de Pesquera y afluentes durante época romana y de la Antigüedad tardía o ya mozárabe, tras la conquista árabe de Al Andalus
A este contexto histórico pertenece la primera fase del castillo, manifestada por una primera torre cuadrada y fabricada con gruesos muros de hormigón de cal y un primer recinto anexo que amuralla la zona de más fácil acceso, el flanco este. El acceso estratégico de los filones metalíferos de hierro de la vecina Sierra Tosquilla y el control del camino pecuario Cesna-Priego, eje importante de la revuelta, pudieran ser los motivos de esta primera instalación que intenta la asimilación de la población mozárabe que es obligada a abandonar los recintos amurallados de castillejos excepcionalmente defendibles y que aglutinaron la revuelta.
Esta fase califal supone la colonización agraria de los fértiles valles de Pesquera entre otros, mediante un poblamiento diseminado de pequeñas instalaciones domésticas conviviendo con el embrión urbanístico de las posteriores alquerías almohade-nazaritas, a veces superpuestas sobre vicus o villae romanas, caso del propio núcleo de Algarinejo.
La segunda fase constructiva, de época bajomedieval y seguramente nazarita se corresponde con citas en algunas fuentes que confirman la existencia de los moros de Pesquera en el S. XII, que podrían confirmar la continuidad de una pequeña alquería fortificada que organiza un espacio productivo mediante una acequia, tierras de cultivo aguas abajo y construye un molino de cereales, básico en la dieta andalusí. Estos elementos permanecen visibles en la actualidad.
Desde este momento histórico y hasta 1435 o en fecha posterior, según las informaciones que barajemos, esto es en el momento del fin de la frontera y ocupación castellana definitiva de madina Lauxa o Loja en 1489, el pequeño e inaccesible castillo soporta razzias o ataques periódicos lanzados desde la inestable frontera con la zona de Priego, la madina Bagus capturada por Castilla en los inicios del S. XIII.
Además de estas fuentes escritas, la fábrica de una atalaya o torre cilíndrica de mampostería enripiada con verdugones, que refuerza la antigua defensa o la construcción de una segunda y probable línea amurallada, es propia y característica de los refuerzos de las antiguas fortalezas califales que realizó el sultanato nazarita en los inicios del S. XIV. Estas fábricas de mampostería sobre los hormigones de cal califales son también identificadas en el castillo de Cesna, los dos principales y más occidentales bastiones poblacionales y militares de la Frontera Occidental del Reino Nazarita.
La función territorial y política de Torre Pesquera pudo cambiar en estos momentos para orientarse, tras un uso netamente estratégico por acceso a minerales, para convertirse en husun o castillo de las qaryas o aldeas periféricas de Pesquera y entorno donde los campesinos nazaritas practicaban una agricultura de regadío aprovechando las surgencias del entorno. Esta intensificación del poblamiento originó el interés castellano por su conquista quien ocupa el castillo como núcleo de una nueva organización y colonización agraria por los nuevos repobladores de cortijos y grandes haciendas.
Estos nuevos pobladores adquieren gracias a los repartimentos impulsados en el concejo de Loja de extensas fincas en el valle y en las dehesas (Dehesilla Alta y Baja), esto es las tierras altas del área de Cesna donde paralelamente se produce también un cambio radical en la organización del territorio y en una orientación más ganadera y cerealística, diferenciada de las prácticas de huertas andalusíes. El conflicto judicial entre el señorío que se pretende desarrollar en esta área de nuevos pobladores y los derechos históricos que reclama el concejo de Loja abarcan el S. XVII.
Tras la constitución definitiva del señorío del marquesado de Algarinejo, Torre Pesquera pierde su funcionalidad militar para despoblarse hasta la actualidad, si bien continúa un poblamiento de cortijos diseminados en los alrededores.
El castillo presenta un estado deficiente si bien es todavía perceptible su forma histórica y determinados elementos como la torre cilíndrica, parte de la cuadrada y algunos lienzos de murallas. El cercano Molino de Pesquera o Pies de Trapo es una obra civil nazarita muy bien conservada y que conserva gran parte del edificio original, el cubo o salto de agua que accionaba el mecanismo de molienda y la última maquinaria de molienda, con piezas de gran interés así como un horno o tahona tradicional, los llamados hornos morunos de leña y que está íntegramente conservado.
Ruta de los Molinos y Arroyos
INTRODUCCIÓN
Esta ruta presenta varias alternativas a lo largo de todo el tramo del “Arroyo Morales”. Se parte en primer lugar desde el casco urbano de Algarinejo, con dirección a los “Molinos del Arrabal”. Antes de atravesar por primera vez el río, nos encontramos con un área de descanso y una bifurcación del itinerario hacia la margen derecha (Ruta C) que conduce hasta otra área de descanso en mitad del recorrido.
Rutas y paisajes
Desde “Los Molinos” también comienza hacia la izquierda un segundo camino alternativo (Ruta B) paralelo a una acequia o caz, que acaba igualmente en la anterior zona de descanso. Si continuamos desde aquí cruzaremos el área denominada de “Las Calderas”, para encontramos nuevamente con otros dos ramales: una parte (Ruta D) que se dirige hacia el “Nacimiento de las Llanadas” y la otra (Ruta E) que atraviesa el cortijo del mismo nombre y un Jardín Romántico a espaldas del edificio. Ambas opciones finalizan en la carretera N-321.
Desde este enclave existe acceso rodado hasta el casco urbano de Algarinejo, el camino de las Calderas, quen conduce hasta la propia plaza de Algarinejo.
INTRODUCCIÓN
Esta ruta presenta varias alternativas a lo largo de todo el tramo del “Arroyo Morales”. Se parte en primer lugar desde el casco urbano de Algarinejo, con dirección a los “Molinos del Arrabal”. Antes de atravesar por primera vez el río, nos encontramos con un área de descanso y una bifurcación del itinerario hacia la margen derecha (Ruta C) que conduce hasta otra área de descanso en mitad del recorrido.
Rutas y paisajes
Desde “Los Molinos” también comienza hacia la izquierda un segundo camino alternativo (Ruta B) paralelo a una acequia o caz, que acaba igualmente en la anterior zona de descanso. Si continuamos desde aquí cruzaremos el área denominada de “Las Calderas”, para encontramos nuevamente con otros dos ramales: una parte (Ruta D) que se dirige hacia el “Nacimiento de las Llanadas” y la otra (Ruta E) que atraviesa el cortijo del mismo nombre y un Jardín Romántico a espaldas del edificio. Ambas opciones finalizan en la carretera N-321.
Desde este enclave existe acceso rodado hasta el casco urbano de Algarinejo, el camino de las Calderas, quen conduce hasta la propia plaza de Algarinejo.