Erase una vez un muchacho tan menso, pero tan menso, que cuando lo invitaron a una fiesta de "15" años no fue porque tenía 16
Había un andalú que lo estaban asaltando en plena calle, y de pronto aparece un sujeto de capa y antifaz negro:
¡era el zorro!
Cuando derrotó a los asaltantes, hizo con su espada una zeta en una pared grande que había junto a ellos, y se fué rapidamente, mientras el andalú agradecido gritaba:
-Gracias Zuperman.
¡era el zorro!
Cuando derrotó a los asaltantes, hizo con su espada una zeta en una pared grande que había junto a ellos, y se fué rapidamente, mientras el andalú agradecido gritaba:
-Gracias Zuperman.