ALHAMA DE GRANADA: ALHAMA DE GRANADA...

ALHAMA DE GRANADA

HISTORIA: Plinio, Ptolomeo, y el anónimo de Ravena hacen mención ele estas c.: el primero expresa su ant. importancia y el dictado Juliense, que tomo en honor de Cesar. Llamabase Artigi; aunque en la edición pliniana de Venecia de 1472 se lee Stici, y en la de Hardinno Astigi, como adoptó Zurita en sus notas al itinerario (V. ARTIGI, ASTIGI Y LASTIGI): era de los túrdulos y estuvo adscrita al. conv. jurídico Cordubense. En el concilio lliberitano suscribió el cuarto presbiterio, entre 6 que asistieron, Barboto de Artigi. Los árabes sustituyeron a este nombro el de Alhama, que se interpreta el baño, por los termales que tiene de grande virtud, los cuales se asegura, rentaban a los walis de Granada 500,000 ducados anuales. La posición ventajosa y fuerte de esta c. la hacía una de las más importantes fortalezas de aquel reino. Viendo los Reyes Católicos que el de Granada, con desprecio de las treguas que tenían establecidas, tomó por asalto la fort, de Zahara, circularon órdenes a los alcaides y gobernadores de los cast. y fortalezas fronterizas, para que vigilasen en su guarda y estuviesen dispuestos a lo que pudiera ocurrir. D. Diego de Merlo, asistente de Sevilla, sabedor, por personas que habia enviado a reconocer la tierra y fort. de moros, que la c. de Alhama no estaba debidamente guarnecida, proyectó su sorpresa y consultó su pensamiento con D. Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, y D. Diego Hernández Portocarrero, adelantado de Andalucía, quienes, acogiéndolo desde luego, reunieron 2,500 caballos y 4,000 infantes para acometer la empresa. Con esta fuerza se encaminaron á Alhama, bajo las órdenes del marqués de Cádiz: llegaron a 1/2 leg de la c. en la madrugada del último dia de febrero de 1482, e hicieron alto en un llano rodeado por todas partes de colinas. En este sitio, que parece ser el que hoy se llama de Dona; aunque otros sostienen ser el de Zafarraya, manifestó el marques a los soldados el objeto do la expedición: dispuso que se adelantase contra la plaza Juan de Ortega, gefe de los escaladores, con 30 de estos que conducían las escalas, y hasta 300 soldados escogidos. Luego que llegaron a los muros del cast, treparon a sus adarves el primero Juan de Ortega, el segundo Martin Gálbulo, el tercero Juan de Toledo, el cuarto un tal Estremera, cuyo nombre no se conserva, el quinto y el sexto los alcaides de Antequera y Archidona. Mataron los centinelas que hallaron dormidos, y degollados algunos otros, abrieron la puerta del cast. hacia el campo, por el cual entró el resto del ejército, quedando dueños dc la fort. Noticiosos los del pueblo, corrieron a las armas; resolvieron defenderse a todo trance, y se parapetaron en las calles, especialmente contra la puerta del cast., que daba entrada a la c.: intentaron luego los cristianos salir contra ella; pero tuvieron que desistir, habiendo muerto en la tentativa Sancho de Ávila y Martin de Rojas, alcaides do Carmona y Arcos: el marqués mandó abrir una gran brecha en el muro del cast. por la cual pudiera salir bastante gente, y llamando la atención de los sitiados a distintos puntos de la muralla, vencida lamas obstinada resistencia, consiguió enseñorearse de toda la c. Esta victoria, que recompensó con usuras la pérdida de Zahara y fue una completa satisfacción del agravio recibido en ella, se llamó la batalla tenebrosa, por haberse avasallado la c. durante la noche del dia 28 de febrero. Llegada la noticia al rey de Granada, corrió en su recobro con un poderoso ejército: intentó repetidos asaltos; pero todos fueron rechazados: resolvió obligar a los defensores cortándoles el agua, y para conseguirlo desvió de la c. el r.; a pesar de lo trabajoso de la operación y dé los recios ataques con que se opusieron los sitiados, los cuales quedaron por este medio reducidos al último estremo; pero acudió el duque de Medina-Sidonia en su socorro, no obstante su enemistad con el marqués dc Cádiz, y el agareno tuvo que levantar el cerco a 29 de marzo.