XVIII. ALHAMA DE GRANADA
1. HISTORIA DE ALHAMA DE GRANADA.
Es una villa de la provincia de Granada, perteneciente a la Comarca de Alhama, ubicada a los pies del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y se encuentra a 58 km de Granada Capital.
Es conocida por sus baños termales árabes localizados sobre los restos de los baños romanos de los que procede el nombre de “al Hama” que significa “el baño” y da lugar al famoso balneario dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
A su término municipal pertenecía la Entidad Local Autónoma de Ventas de Zafarraya y las pedanías de Buenavista y Pilas de Algaida.
Su historia se remonta a épocas muy remotas del Periodo Neolítico encontrándose restos arqueológicos en las Cuevas de la Mujer, del Agua y de los Molinos sobre distintos asentamientos encontrados a lo largo del río.
Hubo presencia romana por el descubrimiento romano del balneario y según algunos historiadores identifican a Alhama con una ciudad que Plinio la denominó “Artigi” aunque no existe una certeza absoluta en ello.
De la época romana quedan las termas, después reutilizadas por los árabes, un puente romano y un trozo de una antigua calzada, estando localizados en la zona norte cerca de la carretera hacia Granada.
Hay constancia de la ciudad desde el siglo IX que en árabe significaba su nombre “manantial de agua caliente” y que toma el nombre de los baños termales descubiertos por los romanos.
En esta época la población se instalo en una loma que dominaban los tajos del río que protege el lado este. Se fortifican los lados más vulnerables y se construyen una alcazaba, hoy desaparecida.
Durante la época nazarí la ciudad experimenta un auge económico y urbanístico y se convirtió en un modelo urbano del reino de Granada y después en uno de los lugares más codiciados por los ejércitos de los Reyes Católicos.
Concluida la conquista en 1482 comienzan a realizarse cambios en la ciudad y cambia su fisionomía. Las mezquitas se sustituyen por Iglesias, los antiguos zocos se transforman en plazas abiertas y se levantan nuevos edificios aprovechando la estructura de los antiguos.
Los Reyes Católicos dotan a la ciudad de nuevos edificios de acuerdo con la nueva estructura civil en espera de la conquista definitiva del río nazarí.
Tras el apogeo que alcanza la ciudad en la Baja Edad Media cae en un profundo olvido. Durante el inicio de la Edad Contemporánea fue objeto de la invasión de las tropas napoleónicas y la Desamortización afecto a muchos bienes eclesiásticos.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Alhama, dentro de la provincia de Granada.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Posteriormente un importante infortunio convertiría a la ciudad y a su comarca en el centro de interés de medio mundo cómo fue el Terremoto de Andalucía del 1884.
Fue un seísmo registrado en la región española de Andalucía en fecha 25 diciembre del 1884 con epicentro en Arenas del Rey (Granada). El temblor tuvo una magnitud entre 6,2 y 6,5 grados de la escala de Richter, duro 10 segundos y provocó entre 1050 y 1200 víctimas mortales y el doble de heridos.
El terremoto afectó a más de cien núcleos urbanos de las provincias de Granada y Málaga provocando daños en unas 4400 casas y origino daños a otras 13.000.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Alhama es ocupada por el bando nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernando; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.
El año 1975 el municipio de Ventas de Zafarraya se incorpora al de Alhama de Granada.
1. HISTORIA DE ALHAMA DE GRANADA.
Es una villa de la provincia de Granada, perteneciente a la Comarca de Alhama, ubicada a los pies del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y se encuentra a 58 km de Granada Capital.
Es conocida por sus baños termales árabes localizados sobre los restos de los baños romanos de los que procede el nombre de “al Hama” que significa “el baño” y da lugar al famoso balneario dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
A su término municipal pertenecía la Entidad Local Autónoma de Ventas de Zafarraya y las pedanías de Buenavista y Pilas de Algaida.
Su historia se remonta a épocas muy remotas del Periodo Neolítico encontrándose restos arqueológicos en las Cuevas de la Mujer, del Agua y de los Molinos sobre distintos asentamientos encontrados a lo largo del río.
Hubo presencia romana por el descubrimiento romano del balneario y según algunos historiadores identifican a Alhama con una ciudad que Plinio la denominó “Artigi” aunque no existe una certeza absoluta en ello.
De la época romana quedan las termas, después reutilizadas por los árabes, un puente romano y un trozo de una antigua calzada, estando localizados en la zona norte cerca de la carretera hacia Granada.
Hay constancia de la ciudad desde el siglo IX que en árabe significaba su nombre “manantial de agua caliente” y que toma el nombre de los baños termales descubiertos por los romanos.
En esta época la población se instalo en una loma que dominaban los tajos del río que protege el lado este. Se fortifican los lados más vulnerables y se construyen una alcazaba, hoy desaparecida.
Durante la época nazarí la ciudad experimenta un auge económico y urbanístico y se convirtió en un modelo urbano del reino de Granada y después en uno de los lugares más codiciados por los ejércitos de los Reyes Católicos.
Concluida la conquista en 1482 comienzan a realizarse cambios en la ciudad y cambia su fisionomía. Las mezquitas se sustituyen por Iglesias, los antiguos zocos se transforman en plazas abiertas y se levantan nuevos edificios aprovechando la estructura de los antiguos.
Los Reyes Católicos dotan a la ciudad de nuevos edificios de acuerdo con la nueva estructura civil en espera de la conquista definitiva del río nazarí.
Tras el apogeo que alcanza la ciudad en la Baja Edad Media cae en un profundo olvido. Durante el inicio de la Edad Contemporánea fue objeto de la invasión de las tropas napoleónicas y la Desamortización afecto a muchos bienes eclesiásticos.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Alhama, dentro de la provincia de Granada.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Posteriormente un importante infortunio convertiría a la ciudad y a su comarca en el centro de interés de medio mundo cómo fue el Terremoto de Andalucía del 1884.
Fue un seísmo registrado en la región española de Andalucía en fecha 25 diciembre del 1884 con epicentro en Arenas del Rey (Granada). El temblor tuvo una magnitud entre 6,2 y 6,5 grados de la escala de Richter, duro 10 segundos y provocó entre 1050 y 1200 víctimas mortales y el doble de heridos.
El terremoto afectó a más de cien núcleos urbanos de las provincias de Granada y Málaga provocando daños en unas 4400 casas y origino daños a otras 13.000.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Alhama es ocupada por el bando nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernando; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.
El año 1975 el municipio de Ventas de Zafarraya se incorpora al de Alhama de Granada.