Ya habia leído está leyenda, es preciosa no tenía ni idea de esta historia. Gracias Antonio por compartirla con " tú" pueblo. Que grande eres maestro.
Gracias MUJER, con la grandeza que lleva la palabra. Yo quisiera ser un maestro en psicología, para llenar de sensatez y respeto, a mentes que disfrutan desmereciendo el empeño limpio de las buenas voluntades. Tu voluntad es un ejemplo para tu pueblo, en defender los valores que nos dejaron de legado, tantos que predicaron con el humilde, pero valioso comportamiento humano.