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observando las Montesas, ALICUN DE ORTEGA

“PROFECÍA”

Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo:
que te casaste hace un mes
y me quede tan tranquilo

otro cualquiera en mi caso
se hubiese echado a llorar
yo cruzándome de brazos
dije que me daba igual

nada de pegarme un tiro
o enredarme a maldiciones
ni bolear con suspiros
los vidrios de tus balcones.

¿que te has casado? ¡buena suerte!
¡viven cien años contenta!
y a la hora de la muerte
¡que dios no te lo tenga en cuenta!

que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor;

porque, sin ser tu marido
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy… quien más te ha querido…
¡con eso tengo bastante!

¿qué tiene el niño, Malena?
anda como trastornado…
le encuentro cara de pena
y el colorcillo quebrado.

y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al rio,
ni se destroza la ropa
subiéndose a coger nidos.

¿no te parece a ti extraño?
¿no es una cosa muy rara?
que un chaval de doce años
¿lleve tan triste la cara?

mira que soy perro viejo…
y estas demasiado tranquila.
¿quieres que te dé un consejo?
vigila, mujer… ¡vigila!

y fueron dos centinelas
los ojitos de mi mare:
- ¡cuando sale de la escuela!
¡se va por los olivares!

- ¿y que busca allí?

- una niña.

tendrá el mismo tiempo que él…
¡José miguel, no le riñas!,
¡que está empezando a querer!

mi padre encendió un pitillo,
y se enteró bien de tu nombre…
y te compró unos sarcillos
y, a mí, un pantalón de hombre.

yo no te dije: te "adoro",
pero amarré en tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.

y tú, fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensa
dos cintas color de rosa
que engalanaban tus trenzas.

-voy a misa con mis primos.
-bueno… te veré en la ermita
¡y serios nos pusimos!
¡al darte el agua bendita!

mas, luego, en el campanario,
cuando rompimos a hablar…
- ¡dice mi tita rosario!
que la cigüeña es sabrá!

- ¡y el colorín y la fuente
y las flores y el roció
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el rio!
y el bronce de esta campana,
y el romero de los montes,
y aquella raya lejana
que le llaman horizonte,

¡todo es sagrado! ¡tierra y cielo!
porque todo lo hizo dios,
- ¿qué te gusta más?
- tu pelo,
¡que bonito te salió!

¡pues.. y tu boca! ¡y tus brazos!
¡y tus manos redonditas!
¡y tus pies, fingiendo el paso
de las palomas zuritas!

con la pureza de un copo
de nieve, te comparé…
te revestí de piropos
de la cabeza a los pies…

a la vuelta, te hice un ramo
de pitiminí, precioso,
y luego nos retratamos
en el agüita del pozo

y hablando de esas pamplinas
que se inventan las criaturas,
llegamos hasta tu esquina
cogidos por la cintura.

yo te pregunte: - ¿en que piensas?
tu dijiste: -en darte un beso.
¡y yo sentí una vergüenza
que me caló hasta los huesos!

de noche, llenos de luna,
nos vimos por la ventana
- ¡mi hermanillo está en la cuna!
- ¡le estoy cantando una nana!

"quítate de la esquina
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco"

y, mientras que tu cantabas,
yo –inocente!- me pensé
que la nana nos casaba
como marido y mujer.

¡pamplinas, figuraciones
que se inventan los chavales!
después la vida se impone…
¡tanto tienes, tanto vales!

por eso yo, al enterarme
que llevas un mes casá,
no dije que iba a matarte,
sino que me daba igual

mas, como es rico tu dueño,
te vendo esta profecía:
tu, cada noche, entre sueños,
soñaras que me querías,

y recordaras la tarde
que tu boca me besó
y te llamarás cobarde
como te lo llamo yo…

y veras, sueña que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevó una cigüeña
mi corazón en el pico,

pensaras: " ¡no es cierto nada!
¡yo sé que lo estoy soñando!"
pero, allá, en la madrugada,
te despertarás llorando

por el que no es tu marido,
ni tu novio, ni tu amante,
si no el que más te ha querido…
¡con eso tengo bastante!

Antonio quintero
(23 de Octubre de 2010)
El fruto de la auto suficiencia es la libertad.
“Epicuro de Samos”