ESPÍRITU ALICUNERO
Raja el rayo la
tormenta
en la cima de los
montes
entre el Mencal y la Peña,
el Cerro y sus horizontes
luna Andaluza que alumbra
mensajera de su seno
iluminada y desnuda
entre la tierra y el
cielo
y la soledad profunda
del
nocturno romancero
canta un pastor cuando el alba
abre las claras del día,
un fandango que levanta
sentimientos y poesía
¡ay! de mi
pueblo blanco,
que reluce en mis
noches negras
¡ay! de mi corazón blando,
que tanto quiere a la tierra…
como el desbocado
potro
que cruza
valles y laderas
y siempre vuelve al entorno
de sus raíces primeras
el salmón entre los mares
goza de rumbo y tronío
pero en sus horas finales
vuelve a las
aguas de su
río
luchando con adversidades
el diminuto “vendrijuelo”
se marcha y vuelve puntual
para volver
anidar
en los
aleros del pueblo
un pueblo de tantos
pueblos
de la
Andalucía profunda
y de sus
campos desiertos
ignorados por la
lluvia
un pueblo que lleva en paz
“espíritu alicunero”
“bienvenido en el nombre de alá”
“acatucci” fue primero
el espíritu alicunero,
en sus pasiones engendra
el sentimiento sincero
a las raíces de la tierra
y a los veneros del pueblo.
Esa pasión que no la borran
ni diluvios ni desiertos,
porque está en la sabia onda
esparcida por los vientos
en los veneros que afloran
los arraigados sentimientos
los paraísos del alma
afluentes del afecto
desde el pecho hasta la espalda
se contaminan por dentro
el recuerdo viajero
sin intención se traslada
a otra etapa del tiempo
en el interior grabada
atardecer que se guarda
dentro del pecho
bordado
con letras de amor y nostalgia
de otro tiempo pasado
entre el “picón” y la “longuera”,
la “balsa” y el “boquerón”,
pasa la vida y se lleva
recuerdos del corazón
de la gente alicunera
la tierra no llora
porque nuestro arado
enterró en la
sombra
episodios del pasado
y de la vieja
historia
historia que es fiel y cruda
al paso voraz que aniquila
con la verdad pura y dura
del rodillo de la vida
con un suspiro, te lloro
con un abrazo, te quiero
con un silencio, te adoro
aunque sé que no te tengo
vaya por los que se han ido
dejando huella y legado
con bondad, humildad y estilo
de entrañable valor humano
tierra, pasión y desvelo,
ilusión, tesón y raza
y espíritu alicunero
se unen en pueblo y patria.
Antonio.