Entre el “picón” y la “longuera”,
la “balsa” y el “boquerón”,
pasa la vida y se lleva
recuerdos del corazón
de la gente Alicunera
la tierra no llora
porque nuestro arado
enterró en la
sombra
episodios del pasado
y de la vieja
historia
historia que es fiel y cruda
al paso voraz que aniquila
con la verdad pura y dura
del rodillo de la vida.