Se ablandan los sentimientos
con la luna Alicunera
que con la brisa y el viento
contaminan y aceleran
lo que se lleva por dentro,
cuando el macizo del Cerro
se queda mudo y sombrío,
meditando suena el viento
en los tarays del
río
la
rambla del
Pino tiene
en las entrañas de la tierra
agua potable que ofrece
para Alicun y la Dehesa
escribiendo su legado
limpio de polvo y paja,
en el recuerdo grabado
de la
historia que lo guarda
entre las
piedras posado
las atochas y retamas,
el
olivar alineado,
las laderas y las
ramblas.
…Aquí estoy y tú también,
no digo que te has marchado,
porque aquí está tu querer
y tu recuerdo adorado
…y... mira allí.. desde nuestra
ventana,
las claras del horizonte ardiente
que reciben la mañana
grana del sol saliente
abierta al telón del alba
telón de nuestros recuerdos
de aquella vida tan sana,
tan entrañable de afectos,
tan estrecha, tan cercana
aquí, en nuestras raíces
de toda una vida entera
con los recuerdos
felices
y otros, que el viento se lleva.
Patria chica y grande,
con labores y sudores
y con espíritu intachable
de querer a sus
rincones
hasta que el alma aguante.