ALICUN DE ORTEGA: BERNARDO...

BERNARDO
Batallador sublime en los agrestes páramos y laderas del entorno rural de los Montes,
Buscavidas inigualable, para sacar a una familia en unos tiempos y medios que sólo los hombres de gran corazón son compatibles para conseguirlo. Desde el Guadiana Menor
hasta el cortijo de los Lobos, en las entrañas del contorno Alicunero ha ejercido las tareas más duras para sacar el sustento de la tierra: esparto, siega, aceituna, arado, cava y otras muchas,
que llevan las señas de identidad en las salientes venas de sus brazos.
Bernardico, en su “Estepa” de las cuevas de Juan y Pedro, es un ejemplo de supervivencia y desvelo, enamorado de la Rambla lo Ancho, que para él es más guapa que la rambla de las Flores, ha recibido golpes de la vida, como todos los seres humanos que hemos luchado con ella, en este rodillo del tiempo implacable, con achaques propios de los años.
La Virgen Dolorosa Alicunera, lleva en su manto protector, el eco de las Saetas de Bernardo
que es: el que mejor las canta en todos los Montes Orientales Granadinos,
El que en una de sus favoritas dice:
adiós Madre Dolorosa…
Virgen de la Soledad…
que otro año por ahora…
sabe Dios.. quien te verá,
ha implantado un estilo y un sentimiento único de “saeta” en toda ésta comarca.
Los que lo admiramos, sentimos la obligación de expresar en ésta Página
-que es la Página de sus raíces- toda la categoría, de su humilde y discreto Arte.
Es posible que a la Virgen, otro año, algunos no la veamos a hombros, pasear por las calles Alicuneras, pero nos llevaremos el pellizco en el alma, de los quejidos del pecho y la garganta de Bernardico, que ha sido galardonado por el Excelentísimo Ayuntamiento, por su larga trayectoria de bien decir las Saetas de su adorable Tierra.