En los años 50, había en el Valle Alicunero, varias fábricas de moler,
pero llama la atención ésta, en plena montaña o desnivel y en un terreno de cuevas, como las de Juan y Pedro.
El operario que picaba y arreglaba la “piedra” de moler, era sordomudo
y se trasladaba desde Villanueva de las Torres, para ejercer su oficio y ganarse el pan.
Todos los pueblos tienen su Leyenda y cada leyenda tiene su importancia
y cuando vemos una leyenda en declive como ésta fábrica, no consentiremos admitir, que aquí se acaba la historia,
pero llama la atención ésta, en plena montaña o desnivel y en un terreno de cuevas, como las de Juan y Pedro.
El operario que picaba y arreglaba la “piedra” de moler, era sordomudo
y se trasladaba desde Villanueva de las Torres, para ejercer su oficio y ganarse el pan.
Todos los pueblos tienen su Leyenda y cada leyenda tiene su importancia
y cuando vemos una leyenda en declive como ésta fábrica, no consentiremos admitir, que aquí se acaba la historia,