Mari Paz y Paco ya disfrutan de cierta madurez, abuelos y desvelándose por su familia y sus nietos y por este pueblo, que para Mari Paz también es el suyo, donde se ha adaptado, siendo una Alicunera más reconocida y apreciada. Hoy es un día para hacer pueblo, aunque ellos llevan mucho tiempo haciéndolo, en la lucha diaria, pero al final del sendero, siempre merece la pena. Amigos donde los haya con talante de buena gente.