NO ME MIRES PARA RECORDARME
RECUERDAME PARA MIRARME.
Cuando vea usted ésta imagen
en intimidad y silencio
obsérvela con detalle
y mírela dedicándole
un poquito de su tiempo
piense que hubo batallas
para ganar a este pueblo
de culturas enterradas
en sus lomas y barbechos
y se ha derramado sangre
de árabes y cristianos
en éste histórico Valle
de íberos y romanos
y entre las piedras bermejas
de argáricos y moriscos
hay leyendas que se reflejan
en antiguos manuscritos.
En la cima de su Cerro
hay un sagrado corazón
divisando Valle y Pueblo
y paisajes de pasión
sus espartales reflejan
con verdor pálido perenne
la esencia de una tierra
con bandera blanca y verde
con sus amores y amoríos
de una estirpe hirviente,
-como el que se la llevó al río-
de Lorca, Cano, y Morente.
RECUERDAME PARA MIRARME.
Cuando vea usted ésta imagen
en intimidad y silencio
obsérvela con detalle
y mírela dedicándole
un poquito de su tiempo
piense que hubo batallas
para ganar a este pueblo
de culturas enterradas
en sus lomas y barbechos
y se ha derramado sangre
de árabes y cristianos
en éste histórico Valle
de íberos y romanos
y entre las piedras bermejas
de argáricos y moriscos
hay leyendas que se reflejan
en antiguos manuscritos.
En la cima de su Cerro
hay un sagrado corazón
divisando Valle y Pueblo
y paisajes de pasión
sus espartales reflejan
con verdor pálido perenne
la esencia de una tierra
con bandera blanca y verde
con sus amores y amoríos
de una estirpe hirviente,
-como el que se la llevó al río-
de Lorca, Cano, y Morente.