AIRES ALICUNEROS
El abanico de la brisa
airea la luna llena
que alumbra clara y nítida
las laderas de la huerta
bajo el Cerro con su Santo
todo el Pueblo se recrea
y en los álamos más altos
el ruiseñor canturrea
cuando el campo, en un momento
se queda mudo y sombrío
meditando suena el viento
en el tarayal del río
y el camino que serpea
cuando la tarde oscurece
en su recorrido alberga
ilusiones que florecen
con raíces de la tierra
tierra de Alicuneros leales
que con tesón y entereza
entre espartales y olivares
a su pueblo dan firmeza
en los Montes Orientales
a San Roque, su Patrón,
en su fiesta favorita
lo llevan en procesión
hasta llegar a la ermita
suenan tambores, clarines, trompetas
¡alegre está el pueblo! bonita su iglesia,
las niñas de blanco, las mozas de seda
truenan los cohetes, baile en la “Verbena”.
Con fe y devoción bonita
se sigue la tradición
de las Ánimas Benditas,
tradición de antepasados
solidaria y de bondad
con los lazos enramados
de familia y de amistad.
Alicún tiene su gente
que sus raíces no olvida
y por mucho que se ausente
en su ilusión, siempre anida
el pasado y el presente
de la tierra más querida.
El abanico de la brisa
airea la luna llena
que alumbra clara y nítida
las laderas de la huerta
bajo el Cerro con su Santo
todo el Pueblo se recrea
y en los álamos más altos
el ruiseñor canturrea
cuando el campo, en un momento
se queda mudo y sombrío
meditando suena el viento
en el tarayal del río
y el camino que serpea
cuando la tarde oscurece
en su recorrido alberga
ilusiones que florecen
con raíces de la tierra
tierra de Alicuneros leales
que con tesón y entereza
entre espartales y olivares
a su pueblo dan firmeza
en los Montes Orientales
a San Roque, su Patrón,
en su fiesta favorita
lo llevan en procesión
hasta llegar a la ermita
suenan tambores, clarines, trompetas
¡alegre está el pueblo! bonita su iglesia,
las niñas de blanco, las mozas de seda
truenan los cohetes, baile en la “Verbena”.
Con fe y devoción bonita
se sigue la tradición
de las Ánimas Benditas,
tradición de antepasados
solidaria y de bondad
con los lazos enramados
de familia y de amistad.
Alicún tiene su gente
que sus raíces no olvida
y por mucho que se ausente
en su ilusión, siempre anida
el pasado y el presente
de la tierra más querida.