Estos compañeros de partida y de charla, que están esperando para comprar el pan, no tuvieron ningún inconveniente en que les hiciera esta foto y la pusiera en: Pueblos de España.
El pan, ganado con mucho más que con el sudor de su frente.
Ellos que hoy gozan de una jubilación que se han ganado con el alma y, con todo lo que puede dar de sí el ser humano para criar a sus hijos. Familias numerosas disfrutando actualmente todos de una extraordinaria salud, para orgullo de estos padres que le sacaron el jugo a la tierra, cundo los medios para ello eran a base de riñón, con herramientas manuales en unos tiempos duros en los que nada era fácil.
El tiempo pasa volando, pero si ésta imagen sirviera para dejar constancia de que en esta querida España nuestra, hemos dejado: sangre, sudor y desvelos, la frase que me dijeron: ¡tiralá!, habrá merecido la pena.
El pan, ganado con mucho más que con el sudor de su frente.
Ellos que hoy gozan de una jubilación que se han ganado con el alma y, con todo lo que puede dar de sí el ser humano para criar a sus hijos. Familias numerosas disfrutando actualmente todos de una extraordinaria salud, para orgullo de estos padres que le sacaron el jugo a la tierra, cundo los medios para ello eran a base de riñón, con herramientas manuales en unos tiempos duros en los que nada era fácil.
El tiempo pasa volando, pero si ésta imagen sirviera para dejar constancia de que en esta querida España nuestra, hemos dejado: sangre, sudor y desvelos, la frase que me dijeron: ¡tiralá!, habrá merecido la pena.