RAZA ALICUNERA
Entre las lomas desnudas
de flora y de ramaje
el valle irrumpe y deslumbra
con su peculiar paisaje
el verdor del olivar
que parte el río, sin cautela
hace un oasis, ejemplar
en la tierra Alicunera
Falugia, brilla en la falda
del Cerro cuna del Santo
que Alicún arropa y guarda
como pueblo soberano
y la mujer Alicunera
realza su estilo grato
con su clase de primera
belleza actitud y rango
con fama de mujer guapa
cuando Acatucci reinaba
solitario sobre el mapa
en los montes de Granada
y siguen siendo sus mozas,
semilla y estirpe, de esta tierra
que sobre todas las cosas
es fértil, en la belleza.
Brillan las amapolas
con el sol de primavera
que violetas, azules y rojas
adornan agrestes laderas.
y los barbechos se nutren
de jaramagos floridos
cuando el sol, sus rayos luce
entre los verdes olivos
bajo las nítidas auras
Alicún de Ortega impacta
con sus mozas engalanadas
de Fiesta en la Plaza Alta,
esencia del ser humano
que no describen las palabras
lo que cuidadosos guardamos
dentro del pecho y la espalda,
la mujer Alicunera
luce con rango y raza
el estilo, con solera
que la vida, da y realza
que goza con esplendor
con elegancia y ternura
del calor y del fervor
de una tierra de hermosura.
guardando en el corazón
a esa mujer buena y guapa
que es: la que nos parió
y que llevamos en el alma.
Entre las lomas desnudas
de flora y de ramaje
el valle irrumpe y deslumbra
con su peculiar paisaje
el verdor del olivar
que parte el río, sin cautela
hace un oasis, ejemplar
en la tierra Alicunera
Falugia, brilla en la falda
del Cerro cuna del Santo
que Alicún arropa y guarda
como pueblo soberano
y la mujer Alicunera
realza su estilo grato
con su clase de primera
belleza actitud y rango
con fama de mujer guapa
cuando Acatucci reinaba
solitario sobre el mapa
en los montes de Granada
y siguen siendo sus mozas,
semilla y estirpe, de esta tierra
que sobre todas las cosas
es fértil, en la belleza.
Brillan las amapolas
con el sol de primavera
que violetas, azules y rojas
adornan agrestes laderas.
y los barbechos se nutren
de jaramagos floridos
cuando el sol, sus rayos luce
entre los verdes olivos
bajo las nítidas auras
Alicún de Ortega impacta
con sus mozas engalanadas
de Fiesta en la Plaza Alta,
esencia del ser humano
que no describen las palabras
lo que cuidadosos guardamos
dentro del pecho y la espalda,
la mujer Alicunera
luce con rango y raza
el estilo, con solera
que la vida, da y realza
que goza con esplendor
con elegancia y ternura
del calor y del fervor
de una tierra de hermosura.
guardando en el corazón
a esa mujer buena y guapa
que es: la que nos parió
y que llevamos en el alma.