Al hombre de este
mensaje. En este
pueblo tú no fuieste a la
escuela. Tú, sabes de este pueblo y de aquella escuela, lo que te cuentan precisamente esos con los que dices que hablas, y solo hablas ccon esos. Tu ceguera te hace decir cosas torpes: tratas de incultos a tus mismos
amigos (leete tu "mensajillo").
Dices que eres un alicunéro normal, pues bien: tú ni eres normal, ni eres alicunéro. En otro "mensajillo", le reprochas al paisano Domingo Mena la ilusión y lo
feliz que se sentía cuando llegaban
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