AMIGO.
Los amigos, esas personas que nos acompañan y tenemos cerca en la vida real, con las que podemos compartir nuestras alegrías, tristezas, planes, sueños y desdichas, son un tesoro incalculable y a veces no justamente valorado.
Esos en los que podemos confiar, lo que nadie más debe saber.
Esos donde nos socorremos cuando los problemas nos atormentan y nos desahogamos contándoles nuestras penas. Esos a los que podemos acudir en busca de apoyo y ayuda.
Esos que son nuestros confidentes, con los que compartimos nuestros pensamientos más secretos y anhelos.
Esos, ante los cuales podemos quitarnos la máscara de la formalidad y comportarnos como verdaderamente somos.
A todos esos que por desgracia nunca son muchos, podemos dedicarles unos minutos de nuestro tiempo y hacerles saber cuánto representan para nosotros.
“ANÓNIMO”
Los amigos, esas personas que nos acompañan y tenemos cerca en la vida real, con las que podemos compartir nuestras alegrías, tristezas, planes, sueños y desdichas, son un tesoro incalculable y a veces no justamente valorado.
Esos en los que podemos confiar, lo que nadie más debe saber.
Esos donde nos socorremos cuando los problemas nos atormentan y nos desahogamos contándoles nuestras penas. Esos a los que podemos acudir en busca de apoyo y ayuda.
Esos que son nuestros confidentes, con los que compartimos nuestros pensamientos más secretos y anhelos.
Esos, ante los cuales podemos quitarnos la máscara de la formalidad y comportarnos como verdaderamente somos.
A todos esos que por desgracia nunca son muchos, podemos dedicarles unos minutos de nuestro tiempo y hacerles saber cuánto representan para nosotros.
“ANÓNIMO”