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A TANTOS HIJOS DIGNOS DE MI PUEBLO
Son tantos nombres de mujeres y hombres de Alicún, que habría que llenar páginas enteras para resaltar sus valores. Hombres y mujeres, dignos de un " súmma cum laude " por la Universidad de la Vida, en toda y cada una de sus disciplinas: Alegría, Humildad, Honestidad, Sufrimiento, Persecución, etcétera.
Como son tantos, traigo a mi memoria el recuerdo de todos en la persona de: Acisclo Mendoza. Fue este hombre, Alcalde de Alicún de Ortega por el Partido Comunista durante la Guerra Civil Española, años muy dificiles, en los que dio ejemplo de imparcialidad, honestidad y coraje. Esforzado y buen trabajador del campo: muy buen segador y un gran espartero. Terminada la Guerra, vivió hasta la hora de emigrar en una humilde cueva de la aldea de Estepa (Cuevas de Juan y Pedro), poseía un burro "rucio" que era " la niña de sus ojos ", le llamaban " el cheque ", se lo querían comprar para no se que evento representativo que se iba a celebrar en la comarca, no lo vendió, ya que para el, era también sus " pies y sus manos".
Para el y para tantos y tantos como el y a la memoria de todos, un pequeño poema:
AL ESPARTERO
Alumbra el sol la mañana,
la brisa mueve los campos.
Alondras en la retama.
¡Cantares, sudor y esparto!
Campesino, jornalero.
Sufrido hombre del campo,
manos de pan moreno,
alma corazón y llanto.
Escultor de la fatiga.
¡Cantares sudor y esparto!
En la loma silba el viento
que baja desde los "cantos"
con gritos de libertad.
Y meciendo el verde esparto,
le va susurrando una nana.
¡Cantares, sudor y llanto!
Juan de la Rosa
Son tantos nombres de mujeres y hombres de Alicún, que habría que llenar páginas enteras para resaltar sus valores. Hombres y mujeres, dignos de un " súmma cum laude " por la Universidad de la Vida, en toda y cada una de sus disciplinas: Alegría, Humildad, Honestidad, Sufrimiento, Persecución, etcétera.
Como son tantos, traigo a mi memoria el recuerdo de todos en la persona de: Acisclo Mendoza. Fue este hombre, Alcalde de Alicún de Ortega por el Partido Comunista durante la Guerra Civil Española, años muy dificiles, en los que dio ejemplo de imparcialidad, honestidad y coraje. Esforzado y buen trabajador del campo: muy buen segador y un gran espartero. Terminada la Guerra, vivió hasta la hora de emigrar en una humilde cueva de la aldea de Estepa (Cuevas de Juan y Pedro), poseía un burro "rucio" que era " la niña de sus ojos ", le llamaban " el cheque ", se lo querían comprar para no se que evento representativo que se iba a celebrar en la comarca, no lo vendió, ya que para el, era también sus " pies y sus manos".
Para el y para tantos y tantos como el y a la memoria de todos, un pequeño poema:
AL ESPARTERO
Alumbra el sol la mañana,
la brisa mueve los campos.
Alondras en la retama.
¡Cantares, sudor y esparto!
Campesino, jornalero.
Sufrido hombre del campo,
manos de pan moreno,
alma corazón y llanto.
Escultor de la fatiga.
¡Cantares sudor y esparto!
En la loma silba el viento
que baja desde los "cantos"
con gritos de libertad.
Y meciendo el verde esparto,
le va susurrando una nana.
¡Cantares, sudor y llanto!
Juan de la Rosa
