Hola alicuneros aunque su pensamiento no estuviera en consonancia con el mío pero era una persona que con todo el pueblo se llevaba bien y era querido por todos ya es hora que las calles del pueblo lleven nombres de sus gentes o granadinos y andaluces ilustres tres hurras por Antonio y viva las buenas ideas un saludo
El pasado día 14 de agosto 2016, asistimos familiares y amigos, al nombramiento de la calle: D. Antonio Burgos Díaz. Un gesto del Excelentísimo Ayuntamiento a un ser que después de 31 años sigue estando en los corazones de los Alicuneros. Un sencillo y sentido homenaje a un hombre que llevó el espíritu Alicunero por donde quiera que hacía acto de presencia, un profesor que involucraba a sus alumnos en todas las facetas del deporte y la naturaleza de una manera activa e incansable y con detalles solidarios. Un ser que disfrutaba ofreciendo a sus amigos: su casa, su pueblo, sus raíces y sus fiestas; Un hombre que hacía enardecer la rumba flamenca cuando aireaba su guitarra, un amigo de sus amigos y todos los amigos y, compae! sin distinciones de clases.
Hoy es un día fraternal
del pasado y del presente
un día para recordar
homenajear y abrazar
los valores nuestra gente
apreciados por ediles de este pueblo,
con su actitud coherente
de hacer reconocimiento
a un ser que lo llevó dentro
con un querer vehemente
con un millón de pasiones
en ésta tierra sembradas
con ilusiones y amores
llevadas dentro del alma.
Aquí está: su calle y su casa,
donde la brisa de la huerta
por las noches se derrama
en una copla flamenca
al toque de su guitarra
oyéndose entre la plaza,
las escalerillas y la vega
quejidos de su garganta
a las coplas de esta tierra
y los horizontes del cielo
tienen en el alba serena
el espíritu Alicunero
que él llevó por bandera
que exaltarán su linaje
expresando con alegría:
¡ésta es, la calle del compadre!
Don Antonio Burgos Díaz.
“Antonio”
Hoy es un día fraternal
del pasado y del presente
un día para recordar
homenajear y abrazar
los valores nuestra gente
apreciados por ediles de este pueblo,
con su actitud coherente
de hacer reconocimiento
a un ser que lo llevó dentro
con un querer vehemente
con un millón de pasiones
en ésta tierra sembradas
con ilusiones y amores
llevadas dentro del alma.
Aquí está: su calle y su casa,
donde la brisa de la huerta
por las noches se derrama
en una copla flamenca
al toque de su guitarra
oyéndose entre la plaza,
las escalerillas y la vega
quejidos de su garganta
a las coplas de esta tierra
y los horizontes del cielo
tienen en el alba serena
el espíritu Alicunero
que él llevó por bandera
que exaltarán su linaje
expresando con alegría:
¡ésta es, la calle del compadre!
Don Antonio Burgos Díaz.
“Antonio”