Al ACEITUNERO
Cuando presientas que vengo
asómate a la ventana
verás al aceitunero
como le brilla la cara
con la capacha colgada
al paso lento del cansancio
con la chaqueta abrochada
y la vara sobre el brazo
sus ojos brillan al viento
con la mirada serena
al vaho suave de su aliento
que el frío seco desvela.
Mil palos de aceitunero
llenan de golpes las venas
en la sangre del obrero
con sino de clase obrera.
Cuando presientas que vengo
asómate a la ventana
verás al aceitunero
como le brilla la cara
con la capacha colgada
al paso lento del cansancio
con la chaqueta abrochada
y la vara sobre el brazo
sus ojos brillan al viento
con la mirada serena
al vaho suave de su aliento
que el frío seco desvela.
Mil palos de aceitunero
llenan de golpes las venas
en la sangre del obrero
con sino de clase obrera.