La culpa la tienen los hijos y ellos que cuando llegan las elecciones catalanas votan a partidos poco fiables o hacen dejación de la responsabilidad de votar si los votos que echaron a los podemitas los hubiera cogido ciudadanos o el PP ahora no se estarían lamentando. Como decimos en Alicún. Palos con gusto no duelen. Saludos (una gran mayoría de andaluces y castellanohablantes están abducidos por los cantos de sirena de el nacionalismo)