El "hombre Andaluz" según Jordi Pujol
El hombre Andaluz no es un hombre coherente es un hombre anárquico es un hombre destruido es generalmente un hombre poco hecho un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural mental y espiritual. Es un hombre desarraigado incapaz de tener un sentido poco amplio de comunidad. A menudo da pruebas de una excelente madera humana pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico, si por su fuerza del numero llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. E introduciría su mentalidad anárquica y problema es decir su falta de mentalidad. Es te texto es lo que piensan los catalanista de Andalucía. No lo digo sólo por este texto de Jordi Pujol sino por la cascada de insultos que los dirigentes catalanes nos dicen y aplaudidos por la población. Lo malo de todo esto es que los paisanos residentes en Cataluña dicen no enterarse.
El hombre Andaluz no es un hombre coherente es un hombre anárquico es un hombre destruido es generalmente un hombre poco hecho un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural mental y espiritual. Es un hombre desarraigado incapaz de tener un sentido poco amplio de comunidad. A menudo da pruebas de una excelente madera humana pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico, si por su fuerza del numero llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. E introduciría su mentalidad anárquica y problema es decir su falta de mentalidad. Es te texto es lo que piensan los catalanista de Andalucía. No lo digo sólo por este texto de Jordi Pujol sino por la cascada de insultos que los dirigentes catalanes nos dicen y aplaudidos por la población. Lo malo de todo esto es que los paisanos residentes en Cataluña dicen no enterarse.