¿tienes una panadería?

ALICUN DE ORTEGA: DEMAGOGIAS MIAS.-...

DEMAGOGIAS MIAS.-
Buenos días paisanos,
La paradoja de querer la máxima soberanía y, a la vez, lamentar el poder (limitado pero cierto) que se puede ejercer. Estamos también en ese callejón sin salida. La acción institucional como estorbe del sueño, el Govern como supuesto freno de una independencia "que tenemos a tocar". El independentismo que gobierna en la Generalitat es victima de una nostalgia de la nada que emana del desengaño, el desconcierto y la impotencia. En medio de la indignación no hay tiempo para recordar la historia con detalle. Hubo un tiempo en que el catalanismo no tuvo ningún tipo de poder, era una contracultura que surgía de los márgenes. No me refiero a la dictadura, hablo de más atrás. El nacionalismo catalán nace como un ideal de contestación que se convierte en una propuesta que quiere tomar parte en el juego político. La contracultura catalanista quiere sustituir la carcomida cultura oficial de la Restauración y, en parte, lo consigue. Viene de esa mezcla de ruptura y reforma, y por eso no es Occitania.
La tensión entre participar o no participar en las instituciones es vieja en el catalanismo y, a pesar de la huella de Prat de la Riba, siempre puede rebrotar la pulsión purista que no ve (o simula no ver) ningún beneficio en las elecciones y en hacer política. Ahora en el independentismo, gracias al impacto de la sentencia y al desprestigio de la REALPOLITIK, este pensamiento encuentra una posible audiencia. Por eso, los posconvergentes fichan a Roger Español como candidato al Senado, una manera de sugerir que les molesta tener consellerias y que su corazón es más de activismo que de despachos, algo chocante, Por otra parte, la nada también parece atractiva porque se ha confundido la agitación de la calle con la presión efectiva sobre el Estado, obviando que los disturbios y el descontrol acaban siendo, sobre todo, un gran desgaste para los gestores del autogobierno.
Algunas confusiones se deberían ir disolviendo, cuando menos las que condujeron al colapso de la DUI "FAKE" del 2017. Para no quemar a la gente. Como dice acertadamente Albert Sáez, el proceso confundió la velocidad con la determinación, y ahora —ahora digo yo— se confunde la confrontación callejera con la policía con el "desbordamiento" como atajo rupturista. Que haya unos jóvenes que califican de "lliristes" (ingenuas) las manifestaciones de sus padres no algtera las condiciones objetivas del conflicto tal como quedó planteado hace años, aunque no pocos de estos padres dan la razón a sus hijos mientras acusan a los nuevos dirigentes soberanistas de ejercer una sobreactuación que antes era aplaudida. Con todo, las bases independentistas acudirán a votar.
Las catalanas están muy cerca, una prueba de esfuerzo a la que incluso se presenta la CUP. Es una cita relevante para los independentistas. La nostalgia de la nada no es más que un placebo para digerir mejor la sentencia del Supremo, la fantasía de un independentismo "UNDEGRRGROUND" sin responsabilidades de gobierno que permitiría imitar a los de Hong Kong.
Y este es el pensar de un humilde aprendiz de escribidor de cartas que nunca envié.
Saludos paisano