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ALICUN DE ORTEGA: Esto con alguna variación lo he leído en otro lado,...

Buenos días amigos el foro. Un día más encerrados.
Cierro el libro que estoy leyendo y en plácida pausa de la lectura, premiada por un inesperado silencio en la casa (somos dos), de golpe me sacude un irrefrenable sentimiento de nostalgia. Mis hijos, (una no podrá venir, vive en Italia) mis nietos, mi familia, mis amigos, los abrazos perdidos de estos días, y si..., tengo un momento oscuro. ¿Cuánto tardaré en tocarlos, besarlos, fundirme en ellos, perdido en un amasijo feliz de vida familiar? Y esa pregunta herida, que no encuentra un clavo al que agarrarse, porque vivimos días sim respuestas, se queda flotando en el aire, alimentando la incertidumbre. Los necesito tanto, mis compañeros de camino, mi lenguaje sereno, mi brújula certera.
Soy de naturaleza optimista y tengo la enorme suerte de remontar rápidamente el ánimo, cuando las garras del pesimismo intentan atraparme, pero la nostalgia es un sentimiento resiliente, difícil de neutralizar, porque se acomoda en una tristeza suave que otorga algo de felicidad. A veces la tristeza puede ser bella, incluso agradable. Pero también puede desbocarse, porque todo momento triste tiene su demonio agazapado, preparado para atraparnos, de manera que pongo el freno racional al galope emocional, y lentamente todo vuelve a su punto de equilibrio. Es evidente que añoro a mi gente, deseo abrazarla, me duele su ausencia, pero están donde deben estar, protegidos en sus casas, confinados en un tiempo de prevención que pasará, como pasan todas las tormentas. De manera que ahuyento la nostalgia y decido acomodarme en pensamientos menos tortuosos.
Por ejemplo, qué es lo primero que haré cuando la crisis vírica pase y recuperemos la normalidad cotidiana. Aunque sin trampas al solitario, por que todos sabemos que la normalidad después de la pandemia será otra normalidad, quizás con otras variaciones que ahora no somos capaces de vislumbrar. No hay duda de que estamos viviendo una catarsis colectiva de la que no saldremos indemnes, ni colectiva, ni individualmente, con el añadido de la crisis económica y social que sufriremos, y que nos dejará heridas muy profundas. A pesar de todo, y retornando a la pregunta, que será lo primero? Me digo, correr hacia los míos, encontrarnos, abrazarlos, saturarnos de besos. Pero, quizás no. Lo primero será abrir la puerta de casa y volver a oír el ruido de la gente, los coches, la terrazas, las obras que ahora están mudas, la música de la calle. Me pararé en cualquier rincón y después pasearé sin rumbo, dejándome saciar por el murmullo de los pasos. A veses los sueños más ambicioses son muy pequeños.
Resignación amigos y amigas del Foro, falta un día menos.
Saludos. Aprendizdeescribidor

Esto con alguna variación lo he leído en otro lado, Aprendizdeescribidor.

Saludos y paciencia,ánimos para todos y buen día a pesar de todo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Es posible. Es el pensar de muchas personas.

Saludos, nos falta un dia menos.
Aprendizdeescribidor